Este ensayo de Victoria Sau Sánchez (1930) se aproxima a la realidad
histórica de la mujer. Diserta sobre la mujer vejada, maltratada,
burlada, despreciada y tratada como un objeto. Denuncia que desde un comienzo
la mujer ha sido objeto de todo tipo de marginación, manipulación y sometimiento.
Acepta que solamente en el siglo XX vino a ser reconocida, con ciertas
excepciones, como un ser igual al hombre (varón).
En el libro se tratan de
manera amena y en lenguaje sencillo temas como la familia y el matrimonio en la
antigüedad, la mujer en el trabajo, la
mujer bajo la ley, la mujer en el paganismo, la mujer entre la realidad y el
mito, sexualidad y reproducción de la mujer, y la mujer en la literatura.
La obra describe la
historia del matrimonio, el cual siempre ha favorecido al hombre. Reseña la
dinámica de la mujer en el trabajo, en donde se demuestra que la mujer ha sido
relegada a tareas inferiores al hombre y labores domésticas, siempre en
perjuicio de la mujer. Explica cómo las leyes nunca han sido favorables a la
mujer, ya que éstas han sido hechas por los hombres, buscando su beneficio en
detrimento del bienestar de la mujer. Resalta el protagonismo de la mujer en
las religiones, en la mitología, la prostitución, la magia y la brujería.
Muestra el papel que ha jugado la mujer en la historia. Llama la atención del
degradante sometimiento y subordinación de que ha sido víctima en el campo de
la sexualidad. Relata la trayectoria de la mujer en la literatura como
personaje y como autora. Advierte que la mayoría de escritores han visto a la
mujer como instrumento, como objeto.
La autora fustiga a los
intelectuales que han “filosofado” en contra de la mujer, porque esa actitud ha
contribuido a su sometimiento y degradación. También destaca aquellos
pensadores que han reivindicado los derechos e igualdad de la mujer.
Algunos apartes de la
obra:
“El hombre se valió
siempre de la burla, la ironía y hasta el sarcasmo para menospreciar a su
pareja. El chiste, la canción, el proverbio, el refrán, la cuchufleta fueron
empleados contra ella, acusándola de taimada y traidora, voluble, fácil,
malévola, hechicera, bruja, arpía, mentirosa, falaz, embaucadora, tentadora,
versátil, alocada, imprudente, tramposa, cotilla, vanidosa, coqueta, alcahueta,
inconsciente, lujuriosa, inepta, malversadora, holgazana y fisgona, por no
citar sino las taras muy frecuentes explotadas por la novela, el teatro y el
cuento y la canción… El judío da gracias a Dios por no haber nacido hembra… La
mujer nueva no es un cuerpo abandonado a su suerte, sino que es alguien que
controla su físico, lo cual cambia radicalmente la situación anterior. El
derecho a una educación igual a la del hombre, un salario también igual y un
mismo trato social, han dado lugar a millares de mujeres realizadas y felices,
que como resultado, han hecho hogares dichosos… Cada día son más las mujeres
sienten placer sexual, que saben ser madres y esposas o compañeras sin que una
función vaya en detrimento de la otra, pero como la sexualidad femenina está
más vinculada al sistema nervioso que en el hombre, basta un trastorno psíquico para que el placer se torne en frigidez y
como resultado la mujer se convierta de nuevo en una máquina del hombre… Los hijos de madres plenamente realizadas en
todos los niveles sean por lo general individuos más felices, más estables y
mejor preparados para la vida que los de madres que se han limitado a
resignarse… La mujer puede resultar frígida entre otras causas: Por haber
sufrido un trauma al iniciar su vida sexual. Por temor a quedar embarazada. Por
una falta de ensamblamiento psíquico entre ella y su pareja. Por causas ajenas
a la pareja misma, tales como un clima inadecuado, una decoración que repela a
la mujer, una preocupación absorbente… La brusquedad el hombre, el arrebato con
que pretende llegar al acto sexual sin que medien las palabras ni las caricias,
el despotismo que puede haber exigido una respuesta física para la mujer no
estaba preparada… El hombre puede llegar
al clímax llevado sólo por el impulso físico; la mujer debe llevar además el
impulso psíquico, y éste no se da espontáneamente, sino que se requiere tiempo
y preparación”.
LUIS ANGEL RIOS PEREA
Hola, ¿sabes dónde puedo encontrar este ensayo para descargarlo?
ResponderEliminarHola, ¿sabes dónde puedo encontrar este ensayo para descargarlo?
ResponderEliminarConstanza, ese libro lo leí en papel, de una edición vieja que conseguí en una venta de libros usados en Colombia.
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