Este
documento es producto del estudio sobre la semiología para destacar su
importancia y relacionarla con la lingüística. A pesar de la brevedad del
texto, éste requirió de la consulta de los libros que cito en la bibliografía.
La semiología y su importancia
Indiscutiblemente
tiene mucha importancia. Estamos rodeados de todo tipo de signos que nos están
"diciendo" infinidad de cosas que es necesario interpretar para un
mejor existir. Signos que podemos comprender con el valioso aporte de la
semiología o semiótica (estudio de los signos), que es una ciencia de los modos
de producción de funcionamiento y recepción de los diferentes sistemas de
signos de comunicación en los individuos o colectividades.
Nuestro
mundo está rodeado de signos que de una u otra manera nos afectan, impresionan y dicen cosas. La realidad es un
"texto" que hay que interpretarlo y comprenderlo para no
"perdernos" en ella. Cada signo impreso en ésta nos brinda diversas
informaciones para orientarnos o desorientarnos; haciendo que siempre estemos
expectantes para que no nos engañen los sentidos y la percibamos equívocamente,
convirtiéndonos en instrumentos u en objetos de esa realidad hábilmente
manejada por quienes tienen interés de manipularla y, de paso, manipularnos.
Gracias a la ayuda de la ciencia de los signos interpretaremos éstos y
evitaremos la instrumentalización y la manipulación.
La
semiología nos permite una correcta interpretación objetiva de la realidad, no
del sujeto; interpretación a partir de sus manifestaciones objetivas y no como
nosotros queremos acomodarla; porque no vemos las cosas como son en realidad
sino como somos nosotros o como los demás quieren que las veamos. Así mismo,
identificar, interpretar y analizar los signos de nuestro entorno para
ubicarnos en nuestra realidad, comprometiéndonos con la transformación y
mejoramiento de ésta.
La
semiología facilitará hacer correcto uso de las señales de tránsito, por
ejemplo, en nuestras agitadas ciudades "grises", para acatarlas cómo
debe ser y no como queremos que sea; de lo contrario, las consecuencias son
apenas obvias. Si bien es cierto que no se necesita ser un
"semiólogo" para entenderlas, sí es innegable que el concurso de la
semiótica es una herramienta valiosa para su mejor y adecuada comprensión.
La
semiología, como disciplina que se ocupa del estudio comparativo de los
sistemas de signos, desde los sistemas de señalización más sencillos hasta los
lenguajes naturales y los lenguajes formalizados de la ciencia, puede
transmitir una comunicación o la expresión de un sentido; hacer posible que el
"oyente" o el lector comprenda una comunicación transmitida, e
inducir a una acción, influir emotivamente, etc.
Es
importante para el examen de las obras literarias, musicales y artísticas, por
ejemplo, como sistemas de significado que hay que descifrar y con los cuales
hay que experimentar, en lugar de como obras del genio creativo que hay que
valorar.
Como el
significado del libro depende de los códigos, más que del autor, independiente
de las intenciones de éste, es necesaria la semiología. Es así como podemos
percibir que la novela "En nombre de la rosa", de Humberto Eco, nos
muestra cómo su personaje principal (un monje) emplea métodos semiológicos para
investigar una serie de asesinatos
espeluznantes y desconcertantes ocurridos en un monasterio. En el cine,
igualmente, se ha hecho sentir mucho la influencia de los conceptos
semiológicos, como en el caso de "La Guerra de las galaxias", por ejemplo.
La
capacidad de comprender los signos es una herramienta útil, por ejemplo, para
las personas que trabajan en publicidad, que utilizan la semiología para crear
sus mensajes, también para el público, que debe aprender a resistirse a los
mensajes ocultos del anunciante, que de no estar verdaderamente alerta podrán
alienarnos y manipularnos con sus fútiles anuncios que pretenden decirnos cómo
actuar, cómo pensar y cómo ser.
Aquí es
importantísima la ayuda de la semiología para evitar que el consumismo nos
envuelva en su amplio manto y nos deshumanice, perdiendo nuestra autonomía y
autenticidad, y de paso encontrar lógica la inversión de valores que nos hacen
ver y apreciar a las personas por lo que tienen o por lo que se ponen, por sus
apariencias, y no como en realidad son ellas. Es fundamental la semiología, en
ésta y muchas circunstancias, para ser uno mismo, una de las más difíciles
tareas del ser humano.
Como se
puede apreciar, su importancia y ámbito de aplicación de la semiología es
sumamente amplio, porque nos facilita la búsqueda de la verdad, esa verdad tan
ansiosamente buscada y a veces tan esquiva, que es necesario hacerla brillar en
este oscuro limbo para que nos ilumine el camino que nos conduce a ser nosotros
mismos, a ser auténticos, a ser personas en todo el amplio sentido y
connotación profunda del término, y no instrumentos u objetos de nadie, porque
el hombre es demasiado grande para ser pequeño.
Relación de la semiología con la lingüística
Para
empezar debo tener claro el concepto de
qué es lingüística, para poder encausar mi enfoque analítico. Es por eso que
entiendo ésta como la ciencia del lenguaje encargada del estudio de la lengua
como medio de comunicación y como sistema de signos, con el fin de conocer su
naturaleza y estructura.
Entendido
el concepto en esos términos, puedo entrar a tratar de hallar la relación entre
la lingüística y la semiología: la primera con el signo lingüístico y la
segunda con el signo en general.
Teniendo
en cuenta la teoría lingüística de Saussure, se percibe que éste consideraba a
ésta como una parte de la semiología. La lingüística se sitúa dentro de una
ciencia más general (la semiología) que, según el autor, estaría centrada en el
"estudio de la vida de los signos en el seno de la vida social". Para
éste, la lingüística no sería más que una parcela, sin duda, privilegiada, de
otra ciencia más amplia que trataría de los signos: la semiología. "La
tarea del lingüista es definir lo que hace de la lengua un sistema especial en
el conjunto de los hechos semiológicos" (2).
El
ideal de relacionar la lingüística con la semiología, se evidencia en la
concepción saussuriana que nos muestra que "el problema lingüístico es
ante todo semiológico, y todos nuestros análisis deben su significación a ese
importante hecho" (3).
La
lingüística se relaciona con la semiología por algunos aspectos:
* La
semiología es una ciencia cuyo objeto es el estudio general de todos los
sistemas de signos; como tal, engloba a la lingüística, según la propuesta de
Saussure. Roland Barthes, por su parte, la considera como la parte de la
lingüística que tiene por objeto el estudio de las grandes unidades
significantes del discurso.
*La
semiótica, tal como lo propuso Pierce, es la ciencia encargada de del estudio
de los signos, similar a la semiología propuesta por Saussure.
*La
semiología estudia el signo, y éste es un concepto de la lingüística, que
también es una ciencia relacionada con el análisis de la actividad humana.
*La
lingüística, cuya tarea fundamental consiste en esclarecimiento de la relación
entre significado general de un signo verbal y su contexto, se relaciona con la
semiología porque el problema lingüístico es fundamentalmente semiológico, y todo
sistema semiológico se coimplica con el lenguaje.
*Las
reglas encontradas por la semiología servirán se podrán aplicar a la
lingüística, según el proyecto de Saussure.
Se
encontrarían más relaciones en que la semiología estudia todos los posibles sentidos
transmitidos a través del lenguaje, a nivel de las estructuras profunda y
superficial.
También
porque la semiología ayuda a estudiar los signos a nivel lingüístico; teniendo
implicaciones evidentes con la gramática, especialmente con la sintaxis, la
semántica, la fonética, la morfosintaxis,. etc.
Las
investigaciones en el campo de la semiología han mostrado que esta ciencia,
altamente formalizada, se distinguen tres ramas, a saber: la pragmática (todo
estudio que considera a los sujetos como hablantes); la sintaxis (relaciones
formales entre los signos, con dependencia de las personas que hablan y las
relaciones con las cosas significadas); y la semántica (estudia las relaciones
entre el signo y la cosa significada, sin referencia ninguna a los hablantes).
Con
respecto a la semántica "es necesario aclarar que no siempre el término
Semántica tiene en el mundo científico contemporáneo el mismo significado. En
las nuevas investigaciones lógicas aparece una nueva ciencia, la Semiótica, que es la
teoría de los signos..." (4). La semántica es componente importante en la
lingüística, y por tanto de la semiología.
Su
relación es evidente en el análisis literario porque nos ayuda a encontrar el
sentido profundo de las lecturas. Igualmente, se patentiza como complemento o
auxiliar para entender el uso del lenguaje; y al profesor le sirve en la
enseñanza de la escritura y la comprensión e interpretación de textos.
En
conclusión se puede señalar que los diversos autores consultados sobre el
particular, coinciden en afirmar que la lingüística es una rama de la semiología,
especialmente Saussure; y al depender la primera de la segunda,
indiscutiblemente debe existir una relación.
REFERENCIAS
1. BIBLIOTECA SALVAT DE GRANDES TEMAS. Revolución en
la lingüística. Salvat editores, Barcelona, 1973, página 58.
2. SAUSSURE, Ferdinad de. Curso de linguística
general. Planeta-Agostini, Barcelona, 1985, pág. 30.
3. Ibídem.
4. BIBLIOTECA SALVAT DE GRANDES TEMAS. Lingüística y
significación. Salvat editores, Barcelona, 1974, pág. 28.
BIBLIOGRAFIA
BELTRAN, M. H. Elementos formales de la
investigación. USTA, Santafé de Bogotá, 4a. ed., 1985.
CARDENAS P., Alberto, y BELTRAN M., Héctor.
Introducción a la semiología. USTA, Santafé de Bogotá, 1996.
ECO, Humberto. En nombre de la rosa. RBA, Barcelona,
1993.
ECO, Humberto. Signo. Labor, Barcelona, 1976.
ESPINOSA, Germán. La aventura del lenguaje. Planeta,
Santafé de Bogotá, 1992.
PIERCE, Ch. S. La ciencia de la semiótica. Nueva
Visión, Buenos Aires, 1974.
LUIS ANGEL RIOS PEREA
Luvina1111@yahoo.com