Reseñando
el libro La sociología de la religión, de
Abraham Latorre Mayorga, pretendo acercarnos al complejo y vasto universo de la
sociología de la religión, entendida como el estudio de la vivencia
religiosa y su relación social.
El libro
explica en qué consiste la sociología de la religión, cuál es su objeto formal
y material; expresa la noción sociológica de la religión, destacando las
dimensiones doctrinal, cultural, ética y comunitaria de la religión, y
detallando las funciones residual y totalizante de la religión; analiza el rito
religioso, teniendo en cuenta sus características y su función específica, y
explicitando las acciones rituales como el culto, el tabú y la magia; la
religión institucionalizada, contemplando aspectos como las características de
la institución religiosa, conflicto e institución religiosa y la
institucionalización en América Latina; la secularización, tratando sobre la
especificidad de la secularización y la secularización en América Latina; la
pertenencia religiosa y las motivaciones religiosas.
El
texto se interroga sobre el fenómeno religioso en su dimensión universal. No se
interesa ni por la esencia ni por la naturaleza de la religión. Existe un
vínculo entre el fenómeno religioso y las estructuras de la sociedad. El
sociólogo de la religión señala “los hechos que revelan las situaciones al
interior de las cuales sociedad y religión han estado y están estrechamente
entrelazadas”. La religión, como fenómeno social, toma formas sociales de
expresión. La sociología de la religión “dirige su atención al proceso que
permanentemente entrelaza los valores religiosos con la acción de factores
sociales”. Analiza “el fenómeno religioso en sus proyecciones y fines sociales
en la medida en que los fenómenos socio-culturales lo condicionan, y en la
medida en que éstos son condicionados por la religión”. Al sociólogo de la
religión le interesa la objetividad de los datos religiosos, “su génesis, su
evolución, su significación histórica y las manifestaciones del comportamiento
de un grupo social frente al fenómeno religioso”.
El
objeto específico de la sociología de la religión lo constituye el “estudio de la integración
recíproca entre los elementos de la religión y la estructura de la sociedad”.
La sociología de la religión analiza y comprende los efectos sociales de la
religión. “La sociología de la religión viene a ocuparse ante todo de la
significación que entrañan las expresiones de la vivencia religiosa”. La
vivencia religiosa es originariamente irracional. “El objeto material de la
sociología de la religión lo constituyen los grupos y sistemas sociales, pues
necesariamente el análisis sociológico tiene que encaminarse a estudiar la
religión en cuanto ella se vive y se manifiesta en las estructuras sociales,
entendidas éstas como la concreción de la relaciones sociales a través del
proceso de institucionalización”.
El
sociólogo de la religión, para su análisis, acude a la antropología cultural,
buscando hacer mayor claridad sobre su estudio. “La sociología de la religión
como ciencia, y el sociólogo de la religión como científico, investigan la
religión como fenómeno universal en cuanto dato social empírico y variable”.
Hay necesidad de diferenciar la sociología de la religión de la sociología
religiosa. En tanto que la primera “estudia los mismos fenómenos que investigan
cristianos y no cristianos movidos por la curiosidad intelectual”, la segunda
es una “ciencia inspirada por la fe cristiana en orden a estudiar el fenómeno
religioso. Busca analizar el acto religioso practicado por los cristianos bajo
el impulso de una exigencia de la fe, con el fin de lograr una mejor
comprensión del misterio divino u de la acción de Dios en el mundo”.
El
sociólogo de la religión no investiga su esencia porque esto implica
prejuzgarla. Su misión no es exponer o explicar algo acerca de la religión como
tal. Más analiza y establece cuál es la praxis religiosa, que hace la religión.
Se interesa por las finalidades y consecuencias de las formas culturales. Lo
ético-normativo es uno de los elementos del fenómeno religioso que se halla más
dependiente del proceso de institucionalización. La función de la religión es
la integración. La religión tiene dos funciones: la residual y la totalizante.
“Si al acudir a las creencias propuestas por la religión resulta algo
contingente, es decir, válido mientras
el hombre logra por medios no religiosos resolver sus problemas, tenemos la
función residual de la religión. Si en cambio se acepta que el hombre siempre
acudirá a la religión para encontrar allí una respuesta última y totalizante a
sus problemas, estamos atribuyéndole a la religión una función total”.
El rito
es un sistema simbólico “escogido por el hombre para comunicarse con el más
allá, con el absoluto numinoso. Es un lenguaje constituido por acciones y
fórmulas”. Es un hecho genérico de carácter universal. Se aplica a actos
religiosos en cuanto tales. La función específica del rito, según Jean Cazeneuve,
tiene las siguientes etapas: 1. La libertad del hombre y sus limitaciones le
generan angustia. 2. Buscando una salida a su angustia, trata de acceder a lo
numinoso, a lo sobrenatural. 3. Al no poder alcanzar su condición humana sin
angustia, porque su equilibrio buscado en el orden se ve amenazado, acude a los
actos simbólicos o actos rituales. La angustia conduce al rito, es el signo del
contacto con lo numinoso. Se apela al rito para darle a la condición humana un
fundamento distinto.
La religión,
como fenómeno social, no puede subsistir sin un mínimo de institucionalización.
Según Friedrich Furstenberg, “la investigación sociológica de la religión debe
comprender el estudio de tres tesis que se complementan eficazmente entre sí:
La tesis de la integración de la religión, como factor integrador al interior
de la sociedad; la tesis de la compensación, o sea, de la religión como factor
compensador de las frustraciones y sufrimientos experimentados en medio del
mundo profano; y la tesis de la secularización como tendencia de la sociedad
contemporánea a encontrar su autonomía propia frente a los valores de la
religión”. El secularismo es distinto de la secularización. “Cuando la religión
resulta ser un elemento que no significa utilidad funcional para la integración
y la dinámica de la sociedad, y por tanto pierde su credibilidad, la
secularización se redicaliza en el secularismo”.
La
pertenencia religiosa se estudia por: 1. Saber qué sectores se desvinculan y
cuáles permanecen fieles a la religión. 2. Se pregunta sobre las relaciones
concretas con la iglesia. 3. Proyección de la pertenencia religiosa en lo
económico y en lo político. 4. Cuáles son los indicadores de la especificidad
del vínculo de pertenencia religiosa. “La pertenencia religiosa reviste por su
misma naturaleza el aspecto de la participación en el grupo, que necesariamente
conlleva la conciencia que tiene el individuo de su integración al mismo”.
Indicadores para identificar y especificar la pertenencia religiosa: 1.
Adquisición de la cultura religiosa. 2. Integración de lo religioso a la
personalidad. 3. Adaptación al medio social-religioso.
En
Latinoamérica existen muchas motivaciones religiosas “que son las que dan
origen a los múltiples grados de conciencia de pertenencia a la institución y a
las diversas formas de expresión y práctica religiosas”. Según Charles Glock,
las dimensiones religiosas, son: 1. La dimensión ideológica, expresada en la fe
religiosa. 2. La dimensión ritual, en la que se manifiesta la praxis religiosa.
3. La dimensión de la experiencia religiosa, en la que se traduce la vivencia
religiosa. 4. La dimensión intelectual, proyecta el saber religioso. 5. La
dimensión consecuencial, que comprende la práctica religiosa entendida
globalmente. “El proceso motivacional está marcado y determinado por un
elemento teleológico que le proporciona el sentido de su dinamismo. En efecto,
el motivo por el cual un individuo o un grupo social decide aceptar el
contenido de una religión y pertenecer a su forma institucionalizada, no es
sino la proyección de la actitud de la esperanza”. Existen motivaciones de tipo
cosmobiológico, de tipo sociocultural y de tipo esotérico y escatológico.
LUIS
ANGEL RIOS PEREA
No hay comentarios:
Publicar un comentario