domingo, 20 de octubre de 2013

LAS RIVALES NO SON RIVALES



En la novela popular “Las Rivales”, de Margarita Way, se cuenta la vida ficticia de Gabrielle, una joven de 19 años, hija de Paula Lawrence y Drew Sommerville.

La obra comienza cuando Gabrielle viaja a la mansión Sundown, localizada en una región vinícola de la ciudad de Adelaida, “la capital del estado del sur y corazón de Australia”, con el fin de atender un llamado de su tía Camila Lynnton. Allí conoce a Kyle Tyson, un apuesto y maduro solterón y al joven Noel Danton.

Gabrielle, que había perdido a sus padres en un accidente de tránsito, se enamoró de Kyle Tyson, quien sostenía clandestinamente relaciones con Camila. Noel también se enamoró de Gabrielle, pero ella lo eludía. Con el tiempo, Kyle le confesó su amor a Gabrielle, y decidieron casarse. Tema: El amor.


PERSONAJES:

GABRIELA SOMMERVILLE LYNTON.

Era una joven amable, seria, auténtica, solitaria, un poco triste y muy tierna. Tenía una voz encantadora, “atributo muy importante desde tiempos inmemoriales”.  Una de sus más importantes cualidades era su autenticidad. “Demasiado natural, como figurita de alabastro, fría y transparente”. La entristecían las cosas que no comprendía. Era franca. “Son pocas las ocasiones en la vida, que una persona dice lo que piensa y siente”, reconocía Joshua.  Según éste, “como toda mujer, era incapaz de defender sus argumentos”.  No se percibe evidencia de que Gabrielle fuera celosa, posesiva, manipuladora, vacía, frívola e insegura. A pesar de que su intención no era, a sus 19 años, de enamorarse y casarse, sino terminar sus estudios de arte, se enamoró de Kyle Tyson, con quien se casó. No era un personaje profundo, reflexivo, analítico, neurótico, dogmático, extravertida e intransigente. Era una persona con muchos atributos y pocos defectos. La muerte de sus padres la había afectado profundamente, y por eso era una mujer triste e introvertida. Quería mucho a los hijos de su tía Camila. Su vida en Sundown fue muy grata y agradable. Se enteró de cómo se cultivaban las uvas y se hacían los vinos. Aprendió que los vinos tenían las siguientes características básicas: calidad, apariencia, bouquet, sabor y cuerpo. Se extasiaba mucho con la exuberancia del paisaje de la región. Kyle Tyson, además de amarla, fue para Gabrielle como una guía, como una especie de maestro. Cada vez que platicaban, éste le decía: “Eres joven, pero hay en ti facultades que tal vez desconozcas y que te llevarán por la vida a salvo... Utiliza tu propio juicio, ya que aunque no tienes gran sabiduría ni experiencia, he notado que eres muy inteligente. Se tú misma, no imites a nadie, recuerda que eres un original... El mundo puede estar lleno de belleza y dulzura, pero también existen otras cosas; he descubierto que en ocasiones es una jungla en donde sólo los fuertes sobreviven... Todos tenemos nuestras emociones y debemos saber que la vida se hizo para vivirla. El sobrevivir depende de qué tanto nos interesemos en nosotros mismos. Es necesario saber cómo desprendernos de algunas cargas, de lo contrario, no podríamos continuar... Deja correr el tiempo y la vida te ofrecerá nuevos propósitos... Para cada final siempre existe un principio y no es posible volverse atrás... Lo mejor que se puede hacer es tomar la vida con nuestras dos manos y seguir adelante. ¿Crees que estás preparada para hacerlo? Te tienes a ti, siempre a ti, eres tu propio apoyo y tu propia confianza. No eres parte de nadie ni de nada, no prometas ni perdones a nadie. Las cualidades que te permitan tu propio control y disciplina, se refuerzan con el constante ejercicio de las mismas”.

KYLE TYSON

Nació en Adelaida, pero vivió en varias partes de Australia durante su niñez. Era elegante, magnífica presencia y movimientos seguros. Sus cabellos eran oscuros, la piel morena, los ojos brillantes. Sus dientes eran blancos. Más alto que la mayoría, muy ancho de espaldas, destacaba por su presencia avasalladora. Era el producto de un hogar muy desdichado. Era un indomable de costumbres férreas y solitario. “Tenía un extraordinario aire de autoridad, una gran personalidad y sin duda una excepcional inteligencia. Era fácil darse cuenta de que podría parecer brillante, temerario y despiadado en cualquier momento; un hombre que imponía su voluntad sin esfuerzo y para una mujer ¿qué?, seguramente difícil de atrapar y muchos más de olvidarlo”. Sostenía una de las principales reglas del éxito, “es el liderazgo e iniciativa”. Se consideraba como “el lobo feroz que devora a las tiernas ovejas y sin embargo en mi juventud fui un pobre tonto idealista, con el tiempo he logrado la venganza y sobrepongo mi arrogancia a cualquier otro sentimiento”. Sostenía que era misterioso y no pretendía ser diferente. “Desde mi punto de vista de la experiencia, veo las emociones primitivas con todas sus intrincadas complicaciones emotivas, como algo lejano y absurdo”. Pensaba que “todo lo que sabemos del amor, es amargo, no conocemos otra cosa”. Según él, su defecto era “una crueldad natural”. No estaba de acuerdo con los asuntos sobre la liberación femenina. “Me gusta una mujer que sepa obedecer, sobre todo una mujer como tú... Me gustan las mujeres soñadoras y tanto mejor si son inteligentes”. El secreto de su aparente éxito consistía en que “nunca sabrá tu mano izquierda lo que la derecha ha hecho”.  No confiaba en las mujeres. “¡Mujeres, mujeres! No se puede confiar en ustedes. He descubierto, para mi mayor horror, esa gran verdad”.  Según Gabrielle, él tenía “la maravillosa cualidad de querer controlarlo todo”.  Era un hombre demasiado pragmático y poco sentimental. Joshue lo admiraba mucho y por eso deseaba que Gabrielle se casa con él, para que se retirara de Camila, con quien sostenía un romance secreto.

CAMILA LYNTON.

Era la esposa de Paul, con quien tenía dos hijos (Melissa y Paul) y llevaba una complicada relación de pareja. A pesar de que su hogar era un completo desastre, era dulce con los niños, no levantaba la voz, pero los chicos no lograban retener su atención, siempre se encontraban saliendo de la casa o entrando. “Para su esposo, Camila siempre tenía reservada una sonrisa y como una mujer civilizada, la atendía muy bien delante de todos”. Se preocupaba demasiado por su apariencia física, y por eso se maquillaba mucho e invertía demasiado dinero en costosos trajes. “Era deliciosa como una rosa de terciopelo de oscuro carmensí... Su piel joven y fresca y su maquillaje perfecto, sus ojos enormes como los de una gacela, brillaban con mil secretos en su profundidad. Era la expresión perfecta de la mujer sensual, vibrante y apasionada en su graciosa apariencia”. Era muy distinta a su hermana Paula, “y aún más, era diferente a miles de mujeres, para quienes su vida se centraba en el hogar, el esposo y los hijos; su única preocupación era ella misma. Se sentía como una bella flor y no tenía tiempo más que para cuidar de conservarse en toda su perfección”. Para su satisfacción y engreimiento, “a una edad en que la mayoría de las mujeres comienzan a salirle arrugas, el cuello y el rostro de Camila estaban tan tersos y elásticos como el de una joven. La atención detallada con que ella se cuidaba era asombrosa. Los mejores y más costosos cosméticos servían para ese uso y se maquillaba como una verdadera artista. Su cabello era cuidado por expertos, varias veces a la semana y en ocasiones, dos veces en un mismo día, según la ocasión requerida; el exquisito guardarropa, su régimen dietético era severo, no tanto como hubiera sido necesario para obtener tan magníficos resultados. Se pasaba entre reunión y fiestas, funciones de caridad o recortando sus retratos de periódicos y revistas para coleccionarlos en un álbum, como si fuera una artista de cine”. Pensaba que “una mujer puede obtener todo lo que desea, siempre y cuando sepa cómo hacerlo”. Creía que “las ropas afectaban de algún modo la manera de ser de las personas”.  Era poseedora de grandes encantos, “pero es una mujer frívola, a pesar de su gran inteligencia, su vida no tiene sentido...”, tal como lo afirmaba Joshua, su suegro, que la estimaba poco. Era ambiciosa.  Nuca se hubiera casado con un hombre sin fortuna, porque para ella el dinero era más importante que el amor. 

PAUL LYNTON

Era una persona deprimida que tomaba demasiado. Joshua decía que él no era capaz de mantener control sobre su esposa Camila, menos sobre su vida. Debido a su situación y falta de afecto por parte de su mujer, tenía sentimientos de inadecuación personal. “Soy una persona penosa e insegura, uno de los tantos neuróticos modernos”, decía a sus hijos. “Por razones que sólo para ella son claras, mi esposa me ha dejado a un lado. Los niños han sabido adaptarse, aunque ella ignora sus necesidades emocionales”, se lamentaba Paul.

Cuando  Camila y Paul discutían, se oían expresiones como las siguientes: “¡Sé que nada te importa! ¡Ni aunque pudieras recibir un disparo! Sé que eres desleal y tu sentido de moralidad es mínimo”, le reprochaba Paul. Por su parte, Camila lo increpaba, así: ¡Cállate ya! Eres insoportable y grotesco. ¡Quédate, me dices! ¿Qué estás pensando? ¡Hace muchos años que te dejé atrás!  Camila y Paul vivían en una gran mansión, pero su vida estaba llena de grandes problemas de pareja.

JOSHUA LYNTON

Era un hombre demasiado pragmático, hábil para los negocios, dinámico, competidor, un “gigante industrial italiano”. Invertía mucho dinero en la industria viñetera. Un respetable represente del capitalismo. “Era una persona inquieta por naturaleza, incapaz de estar tranquilo ni siquiera unas horas”. Su vida era agitada y se había acostumbrado a ese ritmo. No permitía que nadie a su alrededor intentara frenarlo. Arrastraba a todos en su tren de actividades. Era machista. “Las mujeres se vuelven más tontas con la edad y la desesperación”. Según Paul, su padre Joshua “tuvo una vida feliz a su manera, aun cuando su niñez y su juventud fueron pesarosas. Fue un hombre de éxito, y hasta su muerte fue tranquila”. Dejó todas sus propiedades a nombre de Gabrielle, porque con su hija y su nuera no quería nada. Estaba muy decepcionado de ellos.


NOEL DANTON.

Era un joven apuesto, que no despertó ningún sentimiento en Gabrielle, a pesar de que éste le confesó su aprecio. Perseguía demasiado a ésta y la desesperaba con sus reproches, preguntas y celos. “El, que no era muy inteligente, se daba cuenta de la situación, ignorando las complicaciones que esta situación implicaba”. Según él, el mayor inconveniente de Gabrielle “era que no parecía darse cuenta de sus grandes dotes, y a su juicio, era uno de los mayores errores que las mujeres cometían”. Gozaba de cierto aprecio en la familia, a pesar de ser el hijo de una influyente empleada de ésta. “Era el clásico narcisista, obstinado, irritable, contradictorio, pero siempre educado y dueño de sí en público y por ello se había ganado un sitio en las fiestas que Camila ofrecía con bastante frecuencia. Además, era un elemento decorativo, joven, apuesto y soltero, una persona con quien Camila no tendría complicaciones y a ella le gustaba tener cerca a ese tipo de personas, sobre quienes resaltaba y brillaba cual radiante joya”.  Pensaba que las mujeres “sólo aspiraban a la iglesia, la cama y la cocina”.  Consideraba que “las mujeres son el verdadero diablo, bien haríamos si pudiésemos pasar sin ellas”.  Según Kyle, en personas como Noel era “imposible encontrar un sentimiento de generosidad, ya que él es inseguro e infeliz”.


Comentario:

No obstante que la trama de esta novela se desarrolla en Australia, se aprecian las mismas costumbres y debilidades del ser humano latinoamericano: celos, intriga, posesividad, frivolidad, inautenticidad, endiosamiento al dinero, competencia, pragmatismo, culto a la belleza física, descarado consumismo, manipulación, ostentación, lujos superfluos, cosificación de la personas y domino de unos sobre otros. Proliferación de amos y siervos, pobres y ricos, amor y odio, maldad y bondad, incomprensión en el hogar,  pésima comunicación, intolerancia, desconocimiento de la importancia de los demás y falta de afecto de los padres para con sus hijos. 

El título de la obra (“Las Rivales”) no tiene nada que ver con el desenvolvimiento de los hechos, por cuanto no se evidencian episodios rivalidad. Si bien es cierto que Kyle sostenía relaciones clandestinas con Camila, ésta nunca se enfrentó  Gabrielle y discutió con ésta de manera emotiva disputándole a Kyle. Gabrielle jamás le reclamó a ninguno por esta relación ni demostró inconformidad por ello. En síntesis, en esta obra no hay la tradicional y clásica rivalidad entre dos mujeres disputándose a un hombre.

A los personajes les falta hondura psicológica. Ninguno asume su vida reflexivamente.  Se dejan arrastrar por la corriente de las circunstancias. Se encuentra ausente el sentido crítico. 


Frases textuales:

“Comparte tus pensamientos y te serán más soportables”. “Todas las experiencias son buenas pero las mejores son las más malas”.
“Las desilusiones nos proporcionan sabiduría, tal vez elegíaca, pero real.

LUIS ANGEL RIOS PEREA

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