En la novela
popular “Las Rivales”, de Margarita
Way, se cuenta la vida ficticia de Gabrielle, una joven de 19 años, hija de
Paula Lawrence y Drew Sommerville.
La obra comienza
cuando Gabrielle viaja a la mansión Sundown, localizada en una región vinícola
de la ciudad de Adelaida, “la capital del estado del sur y corazón de
Australia”, con el fin de atender un llamado de su tía Camila Lynnton. Allí
conoce a Kyle Tyson, un apuesto y maduro solterón y al joven Noel Danton.
Gabrielle, que
había perdido a sus padres en un accidente de tránsito, se enamoró de Kyle
Tyson, quien sostenía clandestinamente relaciones con Camila. Noel también se
enamoró de Gabrielle, pero ella lo eludía. Con el tiempo, Kyle le confesó su
amor a Gabrielle, y decidieron casarse. Tema: El amor.
PERSONAJES:
GABRIELA
SOMMERVILLE LYNTON.
Era una joven
amable, seria, auténtica, solitaria, un poco triste y muy tierna. Tenía una voz
encantadora, “atributo muy importante desde tiempos inmemoriales”. Una de sus más importantes cualidades era su
autenticidad. “Demasiado natural, como figurita de alabastro, fría y
transparente”. La entristecían las cosas que no comprendía. Era franca. “Son
pocas las ocasiones en la vida, que una persona dice lo que piensa y siente”,
reconocía Joshua. Según éste, “como toda
mujer, era incapaz de defender sus argumentos”.
No se percibe evidencia de que Gabrielle fuera celosa, posesiva,
manipuladora, vacía, frívola e insegura. A pesar de que su intención no era, a
sus 19 años, de enamorarse y casarse, sino terminar sus estudios de arte, se
enamoró de Kyle Tyson, con quien se casó. No era un personaje profundo,
reflexivo, analítico, neurótico, dogmático, extravertida e intransigente. Era
una persona con muchos atributos y pocos defectos. La muerte de sus padres la
había afectado profundamente, y por eso era una mujer triste e introvertida.
Quería mucho a los hijos de su tía Camila. Su vida en Sundown fue muy grata y
agradable. Se enteró de cómo se cultivaban las uvas y se hacían los vinos.
Aprendió que los vinos tenían las siguientes características básicas: calidad,
apariencia, bouquet, sabor y cuerpo.
Se extasiaba mucho con la exuberancia del paisaje de la región. Kyle Tyson,
además de amarla, fue para Gabrielle como una guía, como una especie de
maestro. Cada vez que platicaban, éste le decía: “Eres joven, pero hay en ti
facultades que tal vez desconozcas y que te llevarán por la vida a salvo...
Utiliza tu propio juicio, ya que aunque no tienes gran sabiduría ni
experiencia, he notado que eres muy inteligente. Se tú misma, no imites a
nadie, recuerda que eres un original... El mundo puede estar lleno de belleza y
dulzura, pero también existen otras cosas; he descubierto que en ocasiones es
una jungla en donde sólo los fuertes sobreviven... Todos tenemos nuestras
emociones y debemos saber que la vida se hizo para vivirla. El sobrevivir
depende de qué tanto nos interesemos en nosotros mismos. Es necesario saber
cómo desprendernos de algunas cargas, de lo contrario, no podríamos
continuar... Deja correr el tiempo y la vida te ofrecerá nuevos propósitos...
Para cada final siempre existe un principio y no es posible volverse atrás...
Lo mejor que se puede hacer es tomar la vida con nuestras dos manos y seguir
adelante. ¿Crees que estás preparada para hacerlo? Te tienes a ti, siempre a
ti, eres tu propio apoyo y tu propia confianza. No eres parte de nadie ni de
nada, no prometas ni perdones a nadie. Las cualidades que te permitan tu propio
control y disciplina, se refuerzan con el constante ejercicio de las mismas”.
KYLE TYSON
Nació en
Adelaida, pero vivió en varias partes de Australia durante su niñez. Era
elegante, magnífica presencia y movimientos seguros. Sus cabellos eran oscuros,
la piel morena, los ojos brillantes. Sus dientes eran blancos. Más alto que la
mayoría, muy ancho de espaldas, destacaba por su presencia avasalladora. Era el
producto de un hogar muy desdichado. Era un indomable de costumbres férreas y
solitario. “Tenía un extraordinario aire de autoridad, una gran personalidad y
sin duda una excepcional inteligencia. Era fácil darse cuenta de que podría parecer
brillante, temerario y despiadado en cualquier momento; un hombre que imponía
su voluntad sin esfuerzo y para una mujer ¿qué?, seguramente difícil de atrapar
y muchos más de olvidarlo”. Sostenía una de las principales reglas del éxito,
“es el liderazgo e iniciativa”. Se consideraba como “el lobo feroz que devora a
las tiernas ovejas y sin embargo en mi juventud fui un pobre tonto idealista,
con el tiempo he logrado la venganza y sobrepongo mi arrogancia a cualquier
otro sentimiento”. Sostenía que era misterioso y no pretendía ser diferente.
“Desde mi punto de vista de la experiencia, veo las emociones primitivas con
todas sus intrincadas complicaciones emotivas, como algo lejano y absurdo”.
Pensaba que “todo lo que sabemos del amor, es amargo, no conocemos otra cosa”.
Según él, su defecto era “una crueldad natural”. No estaba de acuerdo con los
asuntos sobre la liberación femenina. “Me gusta una mujer que sepa obedecer,
sobre todo una mujer como tú... Me gustan las mujeres soñadoras y tanto mejor
si son inteligentes”. El secreto de su aparente éxito consistía en que “nunca
sabrá tu mano izquierda lo que la derecha ha hecho”. No confiaba en las mujeres. “¡Mujeres,
mujeres! No se puede confiar en ustedes. He descubierto, para mi mayor horror,
esa gran verdad”. Según Gabrielle, él
tenía “la maravillosa cualidad de querer controlarlo todo”. Era un hombre demasiado pragmático y poco
sentimental. Joshue lo admiraba mucho y por eso deseaba que Gabrielle se casa
con él, para que se retirara de Camila, con quien sostenía un romance secreto.
CAMILA LYNTON.
Era la esposa de
Paul, con quien tenía dos hijos (Melissa y Paul) y llevaba una complicada
relación de pareja. A pesar de que su hogar era un completo desastre, era dulce
con los niños, no levantaba la voz, pero los chicos no lograban retener su
atención, siempre se encontraban saliendo de la casa o entrando. “Para su
esposo, Camila siempre tenía reservada una sonrisa y como una mujer civilizada,
la atendía muy bien delante de todos”. Se preocupaba demasiado por su
apariencia física, y por eso se maquillaba mucho e invertía demasiado dinero en
costosos trajes. “Era deliciosa como una rosa de terciopelo de oscuro
carmensí... Su piel joven y fresca y su maquillaje perfecto, sus ojos enormes
como los de una gacela, brillaban con mil secretos en su profundidad. Era la
expresión perfecta de la mujer sensual, vibrante y apasionada en su graciosa
apariencia”. Era muy distinta a su hermana Paula, “y aún más, era diferente a
miles de mujeres, para quienes su vida se centraba en el hogar, el esposo y los
hijos; su única preocupación era ella misma. Se sentía como una bella flor y no
tenía tiempo más que para cuidar de conservarse en toda su perfección”. Para su
satisfacción y engreimiento, “a una edad en que la mayoría de las mujeres
comienzan a salirle arrugas, el cuello y el rostro de Camila estaban tan tersos
y elásticos como el de una joven. La atención detallada con que ella se cuidaba
era asombrosa. Los mejores y más costosos cosméticos servían para ese uso y se
maquillaba como una verdadera artista. Su cabello era cuidado por expertos,
varias veces a la semana y en ocasiones, dos veces en un mismo día, según la
ocasión requerida; el exquisito guardarropa, su régimen dietético era severo,
no tanto como hubiera sido necesario para obtener tan magníficos resultados. Se
pasaba entre reunión y fiestas, funciones de caridad o recortando sus retratos
de periódicos y revistas para coleccionarlos en un álbum, como si fuera una
artista de cine”. Pensaba que “una mujer puede obtener todo lo que desea,
siempre y cuando sepa cómo hacerlo”. Creía que “las ropas afectaban de algún
modo la manera de ser de las personas”.
Era poseedora de grandes encantos, “pero es una mujer frívola, a pesar
de su gran inteligencia, su vida no tiene sentido...”, tal como lo afirmaba
Joshua, su suegro, que la estimaba poco. Era ambiciosa. Nuca se hubiera casado con un hombre sin
fortuna, porque para ella el dinero era más importante que el amor.
PAUL LYNTON
Era una persona
deprimida que tomaba demasiado. Joshua decía que él no era capaz de mantener
control sobre su esposa Camila, menos sobre su vida. Debido a su situación y
falta de afecto por parte de su mujer, tenía sentimientos de inadecuación
personal. “Soy una persona penosa e insegura, uno de los tantos neuróticos
modernos”, decía a sus hijos. “Por razones que sólo para ella son claras, mi
esposa me ha dejado a un lado. Los niños han sabido adaptarse, aunque ella
ignora sus necesidades emocionales”, se lamentaba Paul.
Cuando Camila y Paul discutían, se oían expresiones
como las siguientes: “¡Sé que nada te importa! ¡Ni aunque pudieras recibir un
disparo! Sé que eres desleal y tu sentido de moralidad es mínimo”, le
reprochaba Paul. Por su parte, Camila lo increpaba, así: ¡Cállate ya! Eres insoportable
y grotesco. ¡Quédate, me dices! ¿Qué estás pensando? ¡Hace muchos años que te
dejé atrás! Camila y Paul vivían en una
gran mansión, pero su vida estaba llena de grandes problemas de pareja.
JOSHUA LYNTON
Era un hombre
demasiado pragmático, hábil para los negocios, dinámico, competidor, un
“gigante industrial italiano”. Invertía mucho dinero en la industria viñetera.
Un respetable represente del capitalismo. “Era una persona inquieta por
naturaleza, incapaz de estar tranquilo ni siquiera unas horas”. Su vida era
agitada y se había acostumbrado a ese ritmo. No permitía que nadie a su
alrededor intentara frenarlo. Arrastraba a todos en su tren de actividades. Era
machista. “Las mujeres se vuelven más tontas con la edad y la desesperación”.
Según Paul, su padre Joshua “tuvo una vida feliz a su manera, aun cuando su
niñez y su juventud fueron pesarosas. Fue un hombre de éxito, y hasta su muerte
fue tranquila”. Dejó todas sus propiedades a nombre de Gabrielle, porque con su
hija y su nuera no quería nada. Estaba muy decepcionado de ellos.
NOEL DANTON.
Era un joven
apuesto, que no despertó ningún sentimiento en Gabrielle, a pesar de que éste
le confesó su aprecio. Perseguía demasiado a ésta y la desesperaba con sus
reproches, preguntas y celos. “El, que no era muy inteligente, se daba cuenta
de la situación, ignorando las complicaciones que esta situación implicaba”.
Según él, el mayor inconveniente de Gabrielle “era que no parecía darse cuenta
de sus grandes dotes, y a su juicio, era uno de los mayores errores que las
mujeres cometían”. Gozaba de cierto aprecio en la familia, a pesar de ser el
hijo de una influyente empleada de ésta. “Era el clásico narcisista, obstinado,
irritable, contradictorio, pero siempre educado y dueño de sí en público y por ello
se había ganado un sitio en las fiestas que Camila ofrecía con bastante
frecuencia. Además, era un elemento decorativo, joven, apuesto y soltero, una
persona con quien Camila no tendría complicaciones y a ella le gustaba tener
cerca a ese tipo de personas, sobre quienes resaltaba y brillaba cual radiante
joya”. Pensaba que las mujeres “sólo
aspiraban a la iglesia, la cama y la cocina”.
Consideraba que “las mujeres son el verdadero diablo, bien haríamos si
pudiésemos pasar sin ellas”. Según Kyle,
en personas como Noel era “imposible encontrar un sentimiento de generosidad,
ya que él es inseguro e infeliz”.
Comentario:
No obstante que
la trama de esta novela se desarrolla en Australia, se aprecian las mismas
costumbres y debilidades del ser humano latinoamericano: celos, intriga,
posesividad, frivolidad, inautenticidad, endiosamiento al dinero, competencia,
pragmatismo, culto a la belleza física, descarado consumismo, manipulación,
ostentación, lujos superfluos, cosificación de la personas y domino de unos
sobre otros. Proliferación de amos y siervos, pobres y ricos, amor y odio,
maldad y bondad, incomprensión en el hogar,
pésima comunicación, intolerancia, desconocimiento de la importancia de
los demás y falta de afecto de los padres para con sus hijos.
El título de la
obra (“Las Rivales”) no tiene nada
que ver con el desenvolvimiento de los hechos, por cuanto no se evidencian episodios
rivalidad. Si bien es cierto que Kyle sostenía relaciones clandestinas con
Camila, ésta nunca se enfrentó Gabrielle
y discutió con ésta de manera emotiva disputándole a Kyle. Gabrielle jamás le
reclamó a ninguno por esta relación ni demostró inconformidad por ello. En
síntesis, en esta obra no hay la tradicional y clásica rivalidad entre dos
mujeres disputándose a un hombre.
A los personajes
les falta hondura psicológica. Ninguno asume su vida reflexivamente. Se dejan arrastrar por la corriente de las
circunstancias. Se encuentra ausente el sentido crítico.
Frases textuales:
“Comparte tus
pensamientos y te serán más soportables”. “Todas las experiencias son buenas
pero las mejores son las más malas”.
“Las desilusiones
nos proporcionan sabiduría, tal vez elegíaca, pero real.
LUIS ANGEL RIOS PEREA
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