viernes, 7 de enero de 2011

POESÍAS DE UN VISIONARIO



INDICE

POESÍA AMOROSA

Nostalgia en lejanía
Se marchó el amor
¿Quién eres tú, mujer?
Frustración
Cuerpo ajeno
Ya no soy esa
Resignación
El ocaso no es del sol

POESÍA FILOSÓFICA

Se fue mi vida
Nada
Llorando y cantando
¿Qué es la verdad?
¿Qué es la muerte?
Mis pasiones
Me duele el hombre
El triunfador
La compleja existencia
Veleidad
Hombre despersonalizado
Inquietudes existenciales
Realidad
¿Qué es la vida?
El enterrador
Para una mujer insensible
Semblanza sincera

POESIA NATURAL

La luna
Resistencia
El árbol
El árbol y el leñador
El gato hambriento
Homenaje a la mujer


POESÍA INFANTIL

Poema a Daylin
Florecita encantadora
Alegría por el que llega
A una niña encantadora
Un feliz acontecimiento
Celebración para Válery
Aniversario de la bella flore


POESÍA AMOROSA

NOSTALGIA EN LEJANIA

Desde esta tan lejano paraje
Con amor mucho te recuerdo,
Navegando en un mar de oleaje
Undívago donde solo me pierdo.

Se apaga tu voz en el viento
Y mi ser melancólico se estremece
Vagando solitario en el tiempo
Que, sin ti, también enmudece.

Taciturno y con lánguida mirada
Oteo en el éter la nívea blancura
Buscando la imagen de mi amada,
Que muy distante columbro rutilante,
Ornando con tu exquisita hermosura
Luces fulgente tu nimbo radiante.

SE MARCHÓ EL AMOR

Se marchó sin una despedida.
Su cuerpo se perdió en lontananza.
Profundo vacío me dejó su partida.
Con ella se fue mi esperanza.
Se marchó sin decir por qué.
Su cuerpo se perdió en lejanía.
De mi vida se llevó no se qué.
Esa mujer me dejó solo en agonía.

Se marchó sin importar mi clamor.
Su cuerpo se perdió en el camino.
Su partida me dejó profundo dolor.

Sin ella no sé cuál será mi destino.
Se marchó sin voltear la mirada.
Su cuerpo se perdió en la distancia.
Sin ella no me quedó nada…
Pero el viento me trae su fragancia.


¿QUIÉN ERES TÚ, MUJER?

¿Quién eres tú, mujer encantadora,
que con sólo verte me estremezco?
Tus ojos de mirada arrobadora
dícenme que tu amor no merezco.

¿Quién eres tú, lejana estrella,
que con sólo verte me castigo?
Tu esbelta silueta, muy bella,
insinúame no caminará conmigo.

¿Quién eres tú, dulce tormento,
que con sólo verte me torturo?
Tu insondable ser, inefable portento,
predícime aciago será mi futuro.

¿Quién eres tú, visión fugaz,
que con sólo verte me perdí?
Tu desprecio me robó la paz…
Mujer ingrata, ¿qué será de mí?


FRUSTRACIÓN

Llegaste a mi vida
sin que llegaras de verdad.
Sin preguntarme ni preguntarte
de dónde venías y para dónde ibas
quedé atrapado en tu encantadora red.
¿Quién soy yo? ¡Nunca más lo volví a saber!
Por amarte tanto
hasta mi identidad perdí.

Te amé tanto, tanto,
que de tanto amarte
me quedé sin amor.
Vacío mi sentimiento,
por haberte perdido
sin haberte tenido,
vaga como un fantasma
en horizonte ignoto.

Fuiste todo en mi vida
y no fuiste nada.
Cuando menos la esperaba
apareciste en mi camino,
y desde entonces mi existencia
tropieza en la penumbra,
perdido en un limbo oscuro
donde vivo sin vivir.


CUERPO AJENO

Sensual cuerpo desnudo,
perfectamente cincelado,
acariciarlo nunca pudo
este hombre enamorado.

Cuerpo esbelto y menudo,
lascivamente contemplado
con mirada de enamorado,
tu encanto me dejó mudo.

Cuerpo de mujer casada,
disfrutado sólo por su esposo,
tu imagen, siempre recordada,

a mi instinto jamás dará reposo
porque tu desnudez encantada
encendió mi deseo lujurioso.


YA NO SOY ESA

Esa inexperta niña que tanto te amó,
esa pobre ilusa a quien tú engañaste,
esa amable mujer que por otra dejaste,
de sufrir, llorar, amar y esperar se cansó.
Esa ingenua que en tus mentiras creyó,
con el dolor que me ocasionó tu levedad
y el tormento que me dejó tu maldad,
aprendió que en la vida no vale la pena
que una mujer sincera, pura y buena
sufra por tu despreciable falsedad.

RESIGNACIÓN

Aunque el incierto destino
te lleve a los brazos de otro amor
no te olvides vida mía que sin rencor
amándote seguiré tu camino.

Que seas muy feliz me imagino
y deseo para ti todo lo mejor
porque a pesar de mi dolor
acepto que lo nuestro no convino.

En silencio te seguiré amando,
siempre estarás en mi pensamiento
y contigo continuaré soñando,

buscando cómo curar la herida
que causa mi horrible sufrimiento
por el dolor que me deja tu partida.


EL OCASO NO SÓLO ES DEL SOL

Cuando el sol está en su ocaso
los albores de las tinieblas aparecen
cubriendo con su oscuro manto
el verdor de la naturaleza.
El sol se oculta tras las lejanas montañas
y con él se marcha, con paso cadencioso,
garboso y sugestivo,
el sol de mi existencia;
ese sol que alumbra mi anhelo
de ver brillar el nuevo día.
Ese sol que ilumina
mis pensamientos,
mis proyectos,
mis esperanzas,
mis quiméricas ilusiones,
mis vaguedades...

Así como la tarde se oscurece
mi ilusión se pierde en las tinieblas
al presenciar mudo y taciturno
que con una dulce sonrisa
amablemente me dices: “!Adiós!”
El sol que brillaba en mi horizonte
inmediatamente deja de brillar
y mi compleja existencia
se sumerge en un insondable océano,
infinito y profundo,
donde navego sin rumbo
hasta naufragar exhausto
porque me falta su grata compañía,
su dulzura y sus encantos...

!Ay!, pero no te inquietes, amiga mía.
No me entristece la partida del Astro Rey,
me entristece hondamente tu despedida,
porque no sólo se oculta el sol,
sino que se me nubla mi universo
cuando cruzas el umbral
y con una sonrisa hechicera,
muy ufana, me dices: "!Adiós!"
PARA UNA MUJER INSENSIBLE

Aunque, según su parecer,
la poesía no tiene ese encanto
que a las mujeres hace estremecer,
sí se diferencia de ese canto
que sólo hace sus caderas mover.

No me explico por qué si una mujer,
que por su naturaleza es poesía,
se pueda estoicamente contener
ante la musical armonía
con la que el poeta exalta su ser.


SEMBLANZA SINCERA


Su complejo mundo, señora,
poéticamente quisiera explorar
porque tras su mirada seductora
escondes encantos para enamorar
gracias a su magia embrujadora.

Es su vida un arcano inefable,
imposible de comprender
porque guardas en su ser agradable
un misterio que no logro entender
en su universo insondable.

En su insoportable levedad
a veces encuentro ternura,
a veces encuentro seriedad;
en ocasiones tu ser es dulzura
carente de auténtica sinceridad.

Todo su grandioso ser es extraño,
todo tu enigmático ser es incierto
-sin límites entre verdad y engaño-;
mas en su existencia no advierto
que con su forma de ser cauces daño.

En ocasiones se muestras huraña,
por instantes se manifiestas amable;
hay momentos que sutilmente regaña
a pesar de su sonrisa entrañable
donde ocultas intención extraña.

Con el humilde eres tirana,
con el tirano eres humilde.
Tal vez cambiarás mañana
y actuarás más precisa
sin tu ingratitud vana.

Con su hábil postura
y su mágica sonrisa
sutilmente, con ternura,
manipulas muy deprisa
con su aparente donosura.

Quien trova de esta manera
pretende una humilde semblanza
-con versos de factura sincera-
de la dama de quien abrigo esperanza
algún día cese su influencia hechicera.

Esperando no haber molestado
a tan respetable dama,
con esmero he trovado
para exaltar su gran fama
que meritoriamente has ganado.



POESÍA FILOSOFICA

SE FUE MI VIDA

Se fue mi infancia inocente,
mi juventud feliz se fue;
se fue mi crítica adultez,
sólo me queda mi vejez.

NADA

Al mundo vine un día,
un día del mundo me iré.
Nada era antes de nacer,
después de morir nada seré.

LLORANDO Y CANTANDO

Vine al mundo llorando,
llorando algún día me iré.
Mientras exista viviré cantando,
y cantando del dolor me reiré.


¿QUÉ ES LA VERDAD?

¿”Qué es la verdad”?, me pregunto.
Nadie se atreve a responder.
Todos enmudecen ante el asunto.
El silencio inquieta mi ser.


¿QUÉ ES LA MUERTE?

¿Qué es la muerte? ¿Qué es la muerte?
Pregunté y pregunté aquí y allí.
Silencio absoluto solamente oí.
¿Morir sin saberlo será mi suerte?

MIS PASIONES

Cual salvajes corceles desbocados
las indómitas y revoltosas pasiones
conturban mis emocionales estados
confundiendo mi mente en ocasiones.

Lascivia, ira, depresión, ansiedad…
atormentan mi lóbrega existencia
agravando mi insoportable levedad
sin encontrar en vida complacencia.

Prisionero de pasiones indomables
estoy a mis instintos encadenado
intentando dominar ímpetus incontrolables
para sentirme de su esclavitud liberado.


ME DUELE EL HOMBRE

Me duele el hombre...
Me duele el hombre perdido en la existencia.
Me duele el hombre irreflexivo.
Me duele el hombre ignorante, mediocre.
Me duele el hombre falso, mentiroso,   engreído.
Me duele el hombre olvidado, maltratado, vejado, atropellado.
Me duele el hombre masificado, alienado, oprimido, cosificado, marginado.
Me duele el hombre anónimo,   intrascendente, pesimista, incapaz, vacío.
Me duele el hombre inseguro, irresoluto, conformista, resignado.
Me duele el hombre indeciso, cobarde, temeroso.
Me duele el hombre perverso, malvado.
Me duele el hombre enfermo.
Me duele el hombre muerto en la vida.
Me duele el hombre...


EL TRIUNFADOR

“Si quieres ser triunfador,
¡conócete a ti mismo!,
piensa y actúa con optimismo”,
me dijo un día un ganador.
“Debes ser un luchador,
persistiendo con empeño
hasta realizar un sueño”,
me insistió con sabiduría
porque sólo así lograría
de la riqueza ser dueño.


LA COMPLEJA EXISTENCIA

Esta compleja realidad
que llamamos existencia
inquieta mi conciencia
buscando la verdad.
En momentos de soledad
interrogo al universo,
donde me encuentro inmerso,
ansioso de conocer
en mi cotidiano acontecer
la verdad de un mundo diverso.

La cultura condiciona nuestro estar,
imponiéndonos la manera de vivir,
que nos programa el existir,
indicándonos qué decir y qué pensar.
Sin que nos atrevamos a protestar
por este atrevimiento
que nos nubla el entendimiento,
atropellándonos nuestra autonomía
en detrimento de nuestra valía,
nos resignamos al sometimiento.

Nuestro diario vivir
es un eterno antagonismo
que afecta el quehacer mismo
y nos confunde el existir.
En el cotidiano transcurrir
la alegría y el dolor,
el odio y el amor,
la bondad y la maldad,
la mentira y la verdad,
réstanle a la vida esplendor.

La absurda y eterna guerra,
en donde el hombre perece,
sin saber por qué acontece,
riega de sangre la tierra.
Esta bélica realidad nos aterra,
nos afecta, nos inquieta, nos agobia
y satura de muertos la historia;
mostrándonos que el hombre villano
no sabe vivir con su hermano
en este mundo sin gloria.

La insondable existencia
es un misterio profundo,
oculto en el complejo mundo,
que ocupa nuestra inteligencia.
Filosofía, religión y ciencia
pretenden explicar la verdad,
eliminando la falsedad,
en el mundo desconocido,
develando el arcano escondido
sobre el origen y fin de la humanidad.

La maldad y la violencia
por doquier se presentan,
se imponen y manifiestan
atentando contra la existencia.
Son fiel reflejo de la ignorancia
del hombre que no sabe vivir,
tolerar, perdonar y compartir;
porque no quiere entender
que en el diario acontecer
debemos armónicamente convivir.

Siendo el mundo tan rico
¿por qué hay tanta pobreza?,
saberlo me interesa,
y por todo esto me desubico.
Queriendo saberlo me complico,
indagando a la injusta realidad
y a la sorda humanidad;
interrogo al opulento
y le pregunto al hambriento,
pero no encuentro la verdad.

Nos endiosa la banalidad,
el orgullo y la arrogancia,
la envidia y la ignorancia,
la apariencia y la superficialidad.
Por no vivir la vida con profundidad
la corriente de las circunstancias
nos arrastra hasta oscuras instancias,
donde se pierde el sentido de la vida
y se encuentra la fe perdida
de un mundo sin esperanzas.


VELEIDAD

¿Por qué te ufanas de lo que tienes
y alardeas de tus poderes?
Lo tuyo no es lo tuyo: es de todos.
Su poder no es más que vana arrogancia.
¡Despierta! Nada tienes, sólo tu ser es tuyo.
¿De qué alardeas, si ni siquiera eres amo de ti mismo?
Hombre, ufánate de tu ser.
Hombre, alardéate de tu autodominio.

Si la humildad te hace más grande,
¿por qué te empequeñeces?
Se humilde sin importar tu grandeza,
se grande sin empequeñecerte.

Busca más allá de lo que te rodea,
indaga en tu vasto horizonte,
interroga en lo profundo,
no te quedes en la superficie;
otea en lontananza
que con esfuerzo
encontrarás respuestas
a lo que nos hace mejores.


HOMBRE DESPERSONALIZADO

Hombre del rebaño,
¿dónde está tu ser auténtico?
Vives una vida que no es tuya.
Tomas decisiones que no son tus decisiones.
Su minoría de edad te aliena
y te impide pensar por ti mismo.
Hombre, abandona tu vida si quieres vivir.

Hombre del montón,
¿por  qué no ves más allá de tu entorno?
Tu horizonte es infinito
y muchas tus posibilidades. ¡Aprovéchalas!
No despilfarres tus talentos. ¡Explótalos!
Hombre, no te dejes arrastrar por la corriente de la vida.

Hombre inauténtico,
¿por qué te despersonalizas?
Se tú mismo.
Muéstrate tal como eres
y expresa tu ser auténtico.
Hombre, no ocultes tu ser bajo apariencias.

Hombre borrego,
¿quién eres tú? ¿dónde estás? ¿para dónde vas?
¡Conócete a ti mismo
y encuéntrale un sentido a tu existencia!
Hombre, vivir no sólo es estar en el mundo.


INQUIETUDES EXISTENCIALES

¿Quién soy? Con ansiedad me pregunto.
¿De dónde vengo? Nadie me lo revela.
¿Dónde estoy? Saberlo me desvela.
¿Para dónde voy? Quiero saber este asunto.

¿Quién me dará las respuestas?
¿Dónde encontraré la verdad,
despejada del influjo de la falsedad?
Humanidad, ¿por qué no contestas?

Indago deseoso de conocerlo,
buscando resolver el misterio
antes de partir para el cementerio
porque no quiero morir sin saberlo.

¡Oh, cosas inexplicables!
¡Oh, verdades lejanas!
¡Oh, realidades arcanas!
¡Oh, misterios insondables!

Sobre estas complejidades
interrogo a ignaros y a sabios,
pero de sus mudos labios
no sale la respuesta a estas realidades.

Al tiempo interrogo preocupado,
al espacio indago ansioso,
al universo pregunto temeroso...
Esperando la respuesta sigo desorientado.

Tratando de eliminar la falsedad
prosigo buscando con insistencia
conocer el porqué de la existencia
para morir poseído de la verdad.

PREGUNTAR

“Mientras me asiste el ánimo de preguntar
Mi espíritu inquieto no dejará de filosofar
Porque a la realidad necesito interrogar
Para muchas respuestas encontrar”



REALIDAD

Nuestros incontrolables sentimientos,
cual cometa al viento,
en su vaivén incierto
nos llevan a la más alta cumbre de la felicidad
o a los más profundos abismos del dolor.
¿Amar y sufrir es la ley?
¡No! Se sufre porque no se sabe amar.

Muchas veces lo que llamamos amor
no es más que insaciable deseo,
incontrolable lujuria,
agobiadora dependencia
o esclavizante obsesión.
¿Deseo, lujuria, dependencia u obsesión?
Perdido en estas inútiles pasiones
el ser humano pierde su existencia.


¿QUÉ ES LA VIDA?

¿Qué es la vida?, me pregunto.
Y no encuentro la respuesta en la inmediatez de las cosas.
Entonces la busco en lo profundo de mi ser.
Allí la encuentro pero me asalta el vago presentimiento
que no sea lo que creo.

Este don maravilloso e insondable
nos parece a veces inextricable
porque en sí encierra un gran misterio.
Por instantes nos parece absurda y miserable,
por momentos nos parece sensata y grandiosa.

Este canto a la excelencia
nos entona eufónicos acentos
en el arpegio de inefables
coros celestiales.

Es un lampo en el ignoto universo,
que desde tiempos inmemoriales
esfuérzase en tenaz y bizarra lucha
para que el ser no expire sin vivirla.

Si su sentido no se logra comprender
inútiles nos parecen los esfuerzos
para no dejarnos arrastrar por la corriente de la existencia,
pues sin sentido la vida
no es más que una sombra de posibilidades.



EL ENTERRADOR

A diario enterraba 1, 2, 3…
Todos los días enterraba.
Enterraba y enterraba
y sus manos sangraban.
En silencio enterraba.
Mientras otros lloraban,
él impasible enterraba.
Enterraba y enterraba.
El barretón horadaba,
él enterraba,
con la pala tapaba
y en la tumba quedaban.
Desde niño enterraba.
Joven enterraba.
Adulto enterraba.
Anciano enterraba.
Toda su vida enterró.
De tanto enterrar
se cansó de enterrar…
¿Quién enterrará
al enterrador?









POESIA NATURAL

LA LUNA

El solitario farolito nocturno
cubría con su manto luminoso
las frías montañas y el oscuro valle
mientras que, como nave viajera, avanzaba,
resplandeciente por el espacio sideral.

Los tiernos amantes, en silencio,
bajo el hechizo luminoso de la luna,
gritaban al mundo sus amores
arrullados por el murmullo de arroyos
que raudos descendían por laderas.


RESISTENCIA

El candente sol lo quemó.
La gélida nieve lo congeló.
El raudo huracán lo estremeció.
Sin embargo, erguido el árbol resistió.


EL ARBOL

A pesar del sol que lo calienta,
de la brisa que lo agita,
y de la noche que lo enfría,
en pie siempre permanece
brindando aromas y sombra
al ingrato ser humano
que, incapaz de admirar su belleza,
de un hachazo lo derriba.

EL ARBOL Y EL LEÑADOR

Clavó el hacha en el tronco
y en silencio el árbol lloró,
el leñador giró como un trompo
y con el corazón inmóvil cayó.

EL GATO HAMBRIENTO

Hallábase un gato hambriento,
que siempre estaba sediento,
buscando pordoquier sustento,
sin encontrar agua ni alimento
porque su amo, muy descontento,
manteníale escondido el bastimento
como represivo escarmiento
por no cazar ratones en el aposento.

Dedicóse famélico el felino a la cacería
con tan decidido empeño que ni dormía
persiguiendo roedores noche y día
para ganar de su casero simpatía
y obtener lo que su estómago pedía,
tratando de no mostrar holgazanería
ante el exigente trabajo que se le imponía
en su felina vida que esfuerzo le exigía.

Percatándose el mentecato dueño
que el gato cazaba con tanto empeño
decidió, sin inmutarse ni fruncir el ceño,
el escrupuloso y esmerado lugareño
atragantar de comida al pequeño,
causándole profundo y eterno sueño
que arrebatóle su gatuno desempeño
ya que empachado murió el felino hogareño.


HOMENAJE A LA MUJER

Cuando Dios creó el mundo
su grandeza contempló
y al instante se extasió,
pero se quedó meditabundo.
Con su pensamiento errabundo
al momento algo grande ideó:
en el acto al hombre concibió;
para que de su obra disfrutara,
sin que ningún daño le causara,
a vivir al paraíso lo mandó.

El Creador, con sabio proceder,
viendo al hombre solo, con afán,
de una costilla de Adán
sacó al más precioso ser.
Díole el nombre de mujer,
colmándola toda de hermosura,
talento, fascinación y donosura
para que con sus encantos
al hombre le evitara llantos
y lo llenara de ternura.

Su encanto a todos nos arroba,
su  mirada eclipsa la tristeza;
por eso, para  exaltar su belleza,
el bardo se inspira y trova.
El vate sus versos acomoda
para expresarle su admiración
y henchido de profunda dilección
prosigue con énfasis cantando
que la mujer, sin ditirambo,
es lo más bello de la creación.

La mujer, cual captamos,
es la imagen de lo hermoso;
su conjunto todo armonioso
con deleite lo observamos.
Profundamente nos extasiamos
contemplando su esbelta figura,
rebosante su rostro de ternura;
ofreciéndonos su púrpura boca,
que a besarla nos convoca,
para libar toda su dulzura.

Alegrándonos siempre están
nuestra lóbrega existencia,
y con su grata presencia
infinita alegría nos dan.
Muéstranos en cada ademán
su exquisita belleza,
sublimada de gentileza,
que embelesa al corazón;
dándole a la vida una razón
para luchar en la tristeza.

Son ellas la esencia del vivir,
el elán que motiva el amor,
el lenitivo para mitigar el dolor
del amargo sufrir.
Honda pena nos dejan al partir
para ignotos siderales;
son ellas, ¡oh mortales!,
parte de la existencia fugaz
aunque a veces nos roben el solaz
acrecentando nuestros males.

Reciban, ¡oh bellas mujeres!,
este sencillo homenaje,
escrito en diáfano lenguaje,
inspirado en tan nobles seres.
Es como una loa a sus poderes,
una veneración a su prestancia,
una exaltación a su relevancia
que brotó con afecto de mi mente
motivado por el deseo vehemente
de que se releve su importancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario