miércoles, 28 de agosto de 2013

RESEÑA DE LA POÉTICA DE “LOS NUEVOS” Y CONTEXTUALIZACION DE LA POESÍA DE LEON DE GREIFF



En el presente texto pretendo sintetizar y relacionar las ideas fundamentales de la poesía del grupo de bardos colombianos, conocido como “Los Nuevos”, y contextualizar la obra poética del vate colombiano León de Greiff.

Síntesis y relación de las ideas fundamentales de “Los Nuevos”.

-         A través de una poesía comprometida efectuaron el análisis de los condicionamientos sociales para, con su conciencia mesiánica, tratar de demoler una sociedad ochentista, una fortaleza, un viejo país; con la intención rebelde de romper con lo tradicional, lo dado, lo instalado, y preparar el contexto para la nueva realidad acorde con la dinámica de la época. Aunque no lograron demoler la sociedad, sí la pusieron en tela de juicio.

-         Deseo de expresar un nuevo humanismo profundo.

-         Con su estética antitradicionalista, rechazaron lo extravagante y lo arbitrario.

-         Asumieron una posición progresista de defensa de los derechos y reivindicaciones del pueblo.

-         Compromiso abierto con los problemas, los desafíos y los procesos de la vida
     nacional.                              

-         Afirmación poética de la compleja modernidad: soledad, muerte, alienación y salto del hombre nacional a nuevos mundos desde el desarrollo social o desde la violencia.

-         Propusieron una expresión libre y honrada de pensamiento

-         Con sus nuevas ideas estéticas y políticas trovaron en contra de la concepción mecánica de la vida.

-         Crearon una poesía a la medida del hombre auténtico y no de su apariencia.

-         Intención de crear un nuevo sentimiento de solidaridad humana.

-         Procuraron lograr un poema esencialmente poético con sus nuevas formas, producto de un espíritu nuevo.

-         Mostraron interés por la literatura en general.

-         Intentaron un cambio radical de la sociedad.

-         Pretendían armonizar las letras y el arte en el siglo XX.

-         Mediante un estilo humorístico y sarcástico, sinfónica orquestación, parnasiana melodía, poemática sublimidad, religiosidad y sugerencia, vigor y emotividad, asumieron su temática desde una visión realista. Sus temas fueron las mujeres, los hechos políticos y el devenir de la existencia.

-         Con su sicología, su sensibilidad, su más fácil adaptación a la idea con sus excepcionales virtudes intelectuales, pretendieron levantar una cátedra de desinterés espiritual y contribuir a desatar una gran corriente de carácter netamente ideológico del país.

-         Inconformidad con el atraso social, la pobreza, la inmoralidad pública, la irresponsabilidad de los políticos, la incultura.

-         Tolerancia de ideas y principios distintos.

-         Ideal de perfección.

Contextualización de la poesía de León de Greiff.

Para contextualizar la poesía de León de Greiff, a partir de las ideas fundamentales en relación el grupo “Los Nuevos”, es importante clarificar que este intento no resulta una tarea tan fácil, por cuanto su poética escapa a cualquier encasillamiento por su poderosa musicalidad y porque ella edifica una obra sin par en idioma y en estilo. “Su ubicación entre Los Nuevos es apenas referencial. Realmente, su expresión poética no cabe en un molde tan estrecho. Su trascendencia fractura las fronteras y se instala en sus propios dominios”[1].  Muchos críticos aconsejan que para captar el sentido de la obra  es necesario familiarizarse al extremo con ella, con los giros idiomáticos y asociaciones que jamás explica.

Su estilo inconfundible se expresa en su prodigioso sentido musical, su fina ironía dirigida contra sí mismo y su humorismo. Crea una poesía fresca y erudita, e inventa giros y vocablos. Su obra es el testimonio de su vida, de su experiencia poética y musical, sueño y cultura. En ésta se acentúa lo autobiográfico: soledad, pasiones demoníacas, bohemia del músico y el músico de la bohemia. La ironía es un eje que atraviesa su poesía de una manera vertical. “Juego mi vida, cambio mi vida. / De todos modos / la llevó perdida” (Relato de Sergio Stepansky)  Su poesía es una provocación, una burla profunda, que frecuentemente critica y escudriña en las extrañas sordas y ciegas del mundo de su época (futilidad de la sociedad y utilitarismo de la misma sociedad), ante el acto del poeta de convertir en sueños y fantasías el aburrido transcurrir cotidiano. “¡Y tanta tierra inútil por escasez de músculos! / ¡Tanta industria novísima!, ¡tanto almacén enorme! / Pero es tan bello ver fugarse los crepúsculos” (Tergiversaciones)

Se percibe originalidad en su atmósfera subjetiva de sueños, melancolías, nostalgias, deseos de expresar lo inexpresable, lo inadvertido, lo inefable.  Sus temas son la naturaleza (mar, tierra, aire), amor (mujer, juventud, amigos, presencia del mundo), lo demoníaco (soledad, muerte, locura, angustia) y la música (universo, estética, ideología, cultura).

León de Greiff creó mundos exóticos y renovó la versificación. Despreció la vulgaridad del mundo moderno y exaltó la individualidad de la obra de arte. Trovó con musicales acentos en solidaridad con los pobres y en defensa de la paz. Con sublimes argumentos mostró su rebeldía estética y ética. Fue hombre comprometido con la poética y no con la política, porque el compromiso del poeta debe ser para la poesía. Este excelso bardo consideraba que la poesía debe ser reflejo de la propia existencia.

De Greiff repudia la desigualdad y la injusticia social, y los sentimientos que estos hechos le despiertan los expresa en escritos que corren paralelos a su poesía, porque la rebeldía de sus versos sale de ellos mismos, de su carácter desmedido y de sus palabras que pretenden ir siempre más allá.

Efectuada esta breve caracterización, me propongo contextualizar su poesía, comentando unos fragmentos y un poema para identificar su cosmovisión poética.

Ya en sus primeros poemas se muestra anticlásico, pese a utilizar con frecuencia el soneto como mecanismo de expresión poética, pero haciendo de esa forma clásica, un uso particular, irreverente, socarrón. “Poeta soy, si ello es ser poeta. / Lontano, absconto, sibilino. Dura / lasca de corindón, vislumbre oscura, / gota abisal de música secreta. / Amor apercibida saeta. / Dolor en triste lanza de amargura / El espíritu absorto en su clausura. / Inmóvil quieto, el corazón veleta. // Poeta soy, si ser poeta es ello. / Angustia lancinante. Pavor sordo. / Velada melodía en contrapunto. / Callado enigma tras intacto sello. / Mi sueño en fuga. Hastiado y cejijunto. / Y en mi nao fantasma único a bordo”.  Se puede apreciar que en este soneto la innovación léxica va de la mano del ritmo particular fruto de los encabalgamientos estratégicamente situados y de la rima interna que une con hilillos invisibles los versos de este soneto.

En su afán de romper con los condicionamientos sociales se niega a dejarse atrapar en el laberinto de los fines y de los medios del mundo donde se mueve el adulto adocenado. Nunca se entrega y siempre se reserva al menos, las constancias de ser testigo de su realidad: “Seré poeta imbele ni condotiero apache. / Cultor del agro: aerófago sacre nefelíbata. /  Buen burgués que adocénase; pacheco sin reproche. / Réprobo sin ventura... Que infame signo tache / mi frente, o la aureóle con el aro de plato / de la luna, la noche, la sempiterna noche” (Facecias).

En la poesía de De Greiff se destacan tres vertientes temáticas (música, ironía y amor)  mediante las cuales proyecta su lírico mundo, donde se asiste a la consagración de la aventura, del sueño y de la noche: “La noche inicia preludios solitarios: trémulas arpas / flautas y oboes sostienen la etérea melodía. / La noche expande el humo de los pebeteros, / aromoso; / la noche enciende las linternas vagabundas. / Toda la angustia / todo el misterio de la noche se enreda, / todo el misterio de la noche desnuda” (Nocturno No. 4 en Sí bemol).

En este bardo consumado, que en sus versos ha logrado sumar perfumes y aroma, la ironía y la burla están estrechamente ligadas a una especie de desarraigo que late en el trasfondo de su poesía, y le permiten trovar sobre la superficialidad de la sociedad: “Lindos bauzanes estridentes / pletóricos de vulgaridad, / arlequinescos figurines / prodigiosos de vaciedad; esclavos de un modo preciso, / magníficos únicos sin par / como hidrocéfalo narciso / de su misma insubstancialidad”.

Hace del humor su arma: humor frente al medio vulgar, humor para satirizar y hostigar conveniencias y convencionalismos, para sumir la brevedad del momento que es la humana: “Vano el motivo / desta prosa: / nada... / Cosas de todo día. / Sucesos / banales. / Gente necia, / local y chata y roma. / Gran tráfico / en el marco de la plaza. / Chismes. / Catolicismo. / Y una total inopia en los cerebros... / Cual  si todo / se fincara en la riqueza, / o en menjurjes bursátiles / y en un mayor volumen de la panza”.

Es importante destacar que De Greiff, como el amor, huyó y en su huida se encontró con el hombre y con la mujer y con el hambre e hizo sonar su risa de monte a monte y pergeñó trovas y absurdos y sarcasmos y le espetó a su propio corazón la mentira del siempre amor que nunca pudo soslayar ni aún detrás de su perfil, de bizarro rictus de leyente docto.

Inventa una nueva forma de decir haciendo del poema música, transportándose más allá de donde fueron simbolistas y modernistas, pero esta pretensión dificulta su comprensión de algunos versos, como, por ejemplo: “Tan viejo como Carracuca / se está el Adón en su bicica, / tañendo, al par que su sambuca /  lira apolínea  si se emboca / y el clavecín, si  lo enfoca, / si lo atempera o si lo educa”.

En su temática del amor nos muestra su capacidad de amar y la relevancia que le da a la mujer. Con poderosa musicalidad nos expresa que la mujer en es definitiva la amada, la dama, la novia, el ser depositario de su amor.

Como “Ritornello” es una poesía en donde De Greiff vierte con maestría y  originalidad su amoroso sentimiento, lo he escogido para hacer el intento de profundizar la contextualización.

 “Esta rosa fue testigo” / de ese, que si amor no fue, / ninguno otro amor sería. / ¡Esta rosa fue testigo / de cuando te diste mía! / El día, ya no lo sé / -sí lo sé, mas no lo digo- / Esta rosa fue testigo. // De tus labios escuché / la más dulce melodía. / Esta rosa fue testigo: / ¡todo en tu ser sonreía! / Todo cuanto yo sé / de ti, lo tuve conmigo... / Esta rosa fue testigo. // ¡En tus ojos naufragué / donde la noche cabía! / Esta rosa fue testigo. / En mis brazos te oprimía, / entre tus brazos me hallé, / luego hallé más tibio abrigo... / Esta rosa fue testigo. // ¡Tu fresca boca besé / donde triscó la alegría! / ¡Esta rosa fue testigo, / de tu amorosa agonía / cuando del amor gocé / la vez primera contigo! / Esta rosa fue testigo. // “Esta rosa fue testigo” / de ese, que si amor no fue, / ninguno otro lo sería. / ¡Esta rosa fue testigo, / de cuando te diste mía! / El día, ya no lo sé / -sí lo sé, mas no lo digo - / Esta rosa fue testigo”[2].

En “Ritornello” el poeta expresa su amoroso sentimiento (“de ese, que si amor fue”), su imagen personal (“En tus ojos naufragué / donde la noche cabía”), su nostalgia (“cuando del amor gocé / la vez primera contigo”), su deseo de expresar lo inexpresable (“El día, ya no lo sé / -sí lo sé, mas no lo digo”), su ironía (“Esta rosa fue testigo / de cuando te diste mía”), su habilidad verbal  (“Esta rosa fue testigo / de ese, que si amor no fue, / ninguno otro amor sería”), su erotismo (“de cuando te diste mía”), su emotividad (“¡todo en tu ser sonreía!”), su soledad (“Esta rosa fue testigo”), su acento intransferible (“¡Tu fresca boca besé / donde triscó la alegría”)

Como para De Greiff, “la poesía es lo que no se dice, que apenas se sugiere”, en este poema hay muchas sugerencias: “El día, ya no lo sé / -si lo sé, mas no lo digo”. ¿Cuándo fue el día en que fue suya? Él lo sabe, pero no lo dice. “Todo cuanto yo sé / de ti, lo tuve conmigo...” ¿Qué sabe y qué tuvo? ¿Qué tipo de mujer es: joven o adulta, soltera o casada? Estas y otras sugerencias despiertan la imaginación de lector.

En esta poesía, perfectamente acabada, se plasma el ideal de perfección poética. Es una obra musical, armoniosa, expresiva, enternecedora, rítmica, alegórica y de sublime argumento. En ella el poeta refleja su musa enamorada y pulsa su armoniosa lira, con exquisita emoción, brindándonos la sensación de expresar en su canción las difíciles pasiones que acechan al corazón.

En esta poesía, por su naturaleza de ritornelo, el ilustre bardo, con maestría poética, repite con sonoro ritmo y arpegios eufónicos su estribillo: “Esta rosa fue testigo”. Este verso se repite doce veces. “Esta rosa fue testigo / de ese, que si amor no fue, / ninguno otro amor sería”. Estos versos se repiten dos veces. “Esta rosa fue testigo / de cuando te diste mía”. / El día, ya no lo sé / -sí lo sé, mas no lo digo-“. También se repiten dos veces estos versos

La rosa, que es fiel representación del amor, le sirvió al poeta de testigo de su idilio cuando amó y fue amado. La rosa fue testigo de todo: del amor sincero, puro; de la entrega, de los besos, de la felicidad; “de ese, que si amor no fue, / ninguno otro amor sería”.

Esta poesía, muy original, nos ofrece mágicos giros del lenguaje a través de uno versos bien pulidos y perfectamente fluidos, que inyectan suma emoción a cualquiera que los lea. La abrumadora magia del amor se encuentra presente en ella: “De tus labios escuché / la más dulce melodía”.

El lenguaje traslaticio, a través de rutilantes y sutiles metáforas, aflora en esta pieza poética: “En tus ojos naufragué”. “Entre tus brazos me hallé, / luego hallé más tibio abrigo”. “Tu fresca boca besé /donde triscó la alegría”. La poesía es en sí una profunda e inefable alegoría al amor.

LUIS ANGEL RIOS PEREA
Luvina1111@yahoo.com



[1] AYALA POVEDA, Fernando. Manual de Literatura Colombiana. Educar Editores, Bogotá, 1984, pág. 151.

[2] ECHEVERRIA, Rogelio. Versos Memorables. Planeta, Bogotá, 1989, pág. 157.

1 comentario:

  1. Hablo por mi padre que lo conociò allà, en Bogotà, y que sabe (aun a su edad) muchos, porque sabe de memoria muchos de sus poemas. El lo veìa caminando por calles del centro.. Lo digo porque "esta rosa fue testigo"..

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