viernes, 12 de octubre de 2012

LAS INSTROMISIONES DE LA IGLESIA CATOLICA




Cuando se discuten asuntos de interés público, como la eutanasia y el aborto en los tres casos permitidos por el ordenamiento jurídico colombiano, algunos voceros de la “alta jerarquía” Católica se pronuncian en contra, alegando respeto a la vida. ¡Respeto a la vida piden cuando la sempiterna y todopoderosa Iglesia Católica ha incurrido en múltiples tropelías históricas, precisamente en contra de la vida!

¿Con qué derecho y con qué moral se arrogan la potestad de condenar la eutanasia y el aborto permitido por la ley? Las personas tienen derecho a morir dignamente cuando están gravemente enfermas y ancianas, sin ninguna esperanza de curación. ¿Cómo obligar a una mujer que tenga un hijo cuando ha sido violada, cuando su vida está en peligro o cuando el feto tiene malformaciones? Estos absurdos no caben sino en el entendimiento de religiosos que no han  evolucionado en su manera de pensar. Y sólo caben en esas mentalidades carentes de criticidad, de conciencias críticas, e incapaces de pensar por sí mismas. Lastimosamente, muchos clérigos no piensan por sí mismos, sino por lo que les compelen a pensar los irracionales textos religiosos.

Se atreve a entrometerse en las decisiones soberanas de un Estado democrático una institución caduca, la misma que fundó la oprobiosa Inquisición, persiguió cruelmente supuestas brujas, organizó brutales cruzadas y que, según historiadores y textos literarios, ha tenido papas pedófilos, incestuosos, lujuriosos, promiscuos, homicidas y que han deseado y poseído “la mujer del prójimo”. ¡Qué estulticia! ¿Acaso los “papas” (supuestos “representantes de
Dios en la tierra”), con sus bulas, sus encíclicas, sus doctrinas y sus dogmas no condenaban este tipo de prácticas por “impúdicas”, “inmorales” y que atentan contra Dios? ¡Qué irrefutable doble moralidad! Con la represión que impusieron (los “papas” y la Iglesia Católica) a los instintos naturales del ser humano, convirtieron la genitalidad (el acto más sublime del universo) en algo sucio, indebido, despreciable,
indecente, inmoral, prohibido, generando un desprecio por el cuerpo, por el disfrute del cuerpo, haciendo que las personas sientan vergüenza de su cuerpo. El filósofo francés Michel Onfray afirma que las religiones son únicamente instrumentos de dominación y de alienación, y agrega que los tres monoteísmos profesan el mismo odio a las mujeres, a la sexualidad y que detestan la libertad. “El monoteísmo es una ideología que, en sus principios, detesta que la gente piense o reflexione y prefiere que obedezca y que se someta a la Ley, a la palabra de Dios y a sus Mandamientos”*.

¿Con qué autoridad moral se entromete en lo que la opinión pública pensante está de acuerdo? La Iglesia, que persiguió a intelectuales, científicos y hasta sus mismos clérigos contestatarios, quiere alardear de “luchar” por la vida; vida que ella ha atropellado con su intolerancia, sus dogmas, sus “verdades” y su mesianismo. Esta vetusta institución, si quiere unos años más de existencia, debe limitarse a su “labor pastoral”, a ejercer “el poder pastoral”, pero sin alienar y sin entrometerse en las decisiones cruciales que adopta un Estado seglar y soberano, porque las considera de interés para sus asociados, como en efecto lo es la eutanasia y el aborto amparado legalmente.


LUIS ANGEL RIOS PEREA
Octubre 2012

* ONFRAY, Michel. Entrevista concedida al diario La Nación, Buenos Aires, Argentina.

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