En nuestra dinámica usamos y
abusamos del concepto “realidad”, pero sabemos ¿qué es la realidad?, ¿existe
realidad?
Definir qué es la realidad y
determinar si existe o no la realidad, es un problema filosófico, de gran
hondura metafísica. Realidad es un concepto difícil de definir; a pesar de su
complejidad, es un término más fácil de explicar que de definir. “¿Cómo podemos definir realidad? Tal vez, como la
existencia real o efectiva. Pero, ¿nos queda más claro ahora? Yo creo que no...
¿Qué tal si definimos real?... Qué tiene existencia verdadera. Estas dos
definiciones son tan abiertas como los océanos que bañan nuestro planeta”[1]. Es una categoría léxica ambigua, subjetiva,
confusa, vaga, compleja, problemática. No obstante, con el auxilio de
diccionarios y otros textos, trataré de aproximarme a eso que llamamos
“realidad”. No podemos desconocer que cuando buscamos la definición de algo, nos encontramos con que
las definiciones nos llevan a un campo léxico confuso y oscuro. Gramaticalmente, “Realidad”
es un sustantivo polisémico, multívoco.
El Diccionario de la Real
Academia Española define este concepto como: “Existencia real y efectiva de algo. Verdad, lo que
ocurre verdaderamente. Lo que es efectivo o tiene valor práctico, en
contraposición con lo fantástico e ilusorio”. Realidad
es todo lo que existe, lo que es. “Existencia real y efectiva. Todo lo que
constituye el mundo real. Verdad, lo que ocurre verdaderamente”[2]. Pero
aquí el problema se complica muchísimo más por cuanto la expresión “verdad, lo
que existe verdaderamente” nos impele a plantearnos una de las preguntas más
profundas de la filosofía: ¿Qué es la verdad? Por ahora dejemos así… Otra
definición dice que “la
realidad es la existencia verdadera y efectiva de las cosas, comprendiendo todo
lo existente en oposición a lo imaginario”[3]. El sustantivo realidad
procede del adjetivo real. Etimológicamente, realidad proviene del latín realitis, y éste de res (cosa). Real, de donde procede realidad, en latín significa
cosa. Realidad “es el conjunto de todo lo que
es real”[4].
Filosóficamente,
realidad es el “término con el que nos
referimos, de un modo general, al conjunto de lo que existe, en oposición a lo
que consideramos ficticio, ilusorio, aparente, o meramente posible”[5]. ¿Qué es la realidad? “Una
pregunta a la vez tan genérica como inevitable para un ser humano puede
responderse desde la ciencia o ser convertida en un problema filosófico”[6]. La definición de realidad depende del concepto que
se tenga de lo real. “Lo real es
el objeto inmediato de lo que no es solamente posible o aparente o potencial;
también es lo que existe actualmente”[7]. En la filosofía clásica y tradicional “la realidad
ha sido considerada en estrecha relación con los conceptos de esencia y
existencia”[8].
En sentido metafísico, donde el problema adquiere una profundidad
enorme, para muchos filósofos, realidad o lo ‘de suyo’ de una cosa no se identifica
con efectividad, naturaleza, existencia o esencia. Realidad es aquel aspecto
por el cual una cosa es ‘de suyo’. “Lo que vulgarmente llamamos una cosa real
no es sino la unidad de un ‘de suyo’. “El ‘de suyo’ de las cosas es algo
absoluto en ellas: el conjunto de notas que tienen en propiedad, sus
propiedades o bienes”[9]. Metafísicamente, el
concepto de realidad se hace más problemático. “Cuando
de la realidad se hace un problema filosófico nos adentramos en el
terreno de una de las disciplinas filosóficas, la metafísica”[10]. Aristóteles pensaba que las cosas en acto constituyen la realidad. “Para Lacan todo lo
existente sería lo real, mientras que la particular forma que el sujeto percibe
lo real, sería la realidad. Para Freud, la realidad es una construcción
lingüística sobre lo real, que el yo le transmite al ello (base natural del
sujeto sin contacto con la realidad exterior). El yo es el mediador que capta
la realidad, por la intermediación del lenguaje, pero de modo activo, o sea
captando solo lo que le interesa, y enviándolo hacia el ello, que recibirá su
influencia”[11].
Lo “real” sería lo
que, por sus efectos, se muestra como indubitable; lo que existe”[12]. Una cosa no es real
porque existe, sino que existe porque es real. “Real” es “todo aquello que no
es solamente posible o aparente o potencial; también es lo que existe
actualmente”[13].
El mundo sería la totalidad de lo real,
horizonte de posibilidades humanas, “el conjunto de todas las cosas”[14]. Kant estableció que sólo la
relación con la experiencia nos da una idea justa de lo que entendemos por
realidad.
La realidad es algo tan
problemático, que no sólo es difícil tener una concepción clara del término
sino que, para acabar de complicarlo, surgen diversas preguntas: ¿Realidad es
lo contrario de ficción? ¿Realidad es sinónimo de ser? ¿La realidad se funda en
el ser o el ser se funda en la realidad? ¿Existe la realidad fuera del yo? ¿La
realidad es objetiva o ideal? ¿La realidad no es más que la expresión de la
voluntad? ¿La realidad es interna o externa? ¿La realidad está en el
pensamiento o en las cosas? ¿La realidad es el absoluto? ¿La realidad es pura
actividad, agilidad, no una sustancia o cosa? ¿La realidad es una sustancia
única que se manifiesta en la naturaleza y el espíritu? ¿La realidad será lo
puramente material y finito? ¿Existe una realidad? ¿Existen varias realidades?
¿Cada persona tiene su propia realidad? ¿Cada realidad es aceptada por una
persona? ¿Cuál realidad: nuestra realidad o la realidad que nos imponen los
demás de acuerdo con sus conveniencias? ¿La realidad es estática o cambiante?
Así como el concepto de
realidad es problemático, la realidad también es problemática. Y la realidad se
convierte en una aporía si tenemos en cuenta que para la mecánica cuántica la
realidad no existe… El neurobiólogo Óscar Marín afirma categóricamente que la realidad no existe. “Es una interpretación de
nuestro cerebro. Yo la veo a usted pero no veo lo que me rodea. La mayor parte
de las veces no vemos el 40% de las cosas que creemos que estamos viendo, el
cerebro rellena todo lo que no ve, y eso ocurre con todas nuestras
percepciones, incluido nuestro estado personal: nuestra experiencia pasada va
rellenando nuestra vida presente”[15].
LUIS ANGEL RIOS PEREA
[2]
http://www.wordreference.com
[7] MARTÍNEZ ECHEVERRI,
Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Panamericana editorial, Bogotá, 1998.
[9] MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán.
Metafísica desde Latinoamérica. Usta,
Bogotá, 1993, p. 152.
[12] MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán. Ob. Cit., p 134.
[13] MARTÍNEZ ECHEVERRI, Leonor y
Hugo. Ob. Cit.
[14] MARQUÍNEZ ARGOTE, Germán.
Ob. Cit. p. 134.
No hay comentarios:
Publicar un comentario