Introducción
A continuación hago una síntesis de la novela “Uno”, escrito por Richard Bach, la cual
se desarrolla en tópicos del nuevo paradigma de la mecánica o física cuántica,
que se opone a la física tradicional o mecánica clásica. Para comprender esta
sencilla novela se requiere tener ciertos conocimientos sobre mecánica
cuántica, ya que ésta rompe radicalmente con nuestra manera acrítica de
percibir, interpretar y sistematizar la realidad.
Argumento
Cuando los esposos Bach (Richard Bach y Leslie Parrish) se
dirigían a participar en una reunión de investigadores que exploraban las regiones limítrofes del pensamiento creativo: ciencia y
conciencia, guerra y paz, el futuro de un planeta, extrañamente se
desvaneció el entorno, quedando éstos fuera del espacio y del tiempo. Los dos
volaban en su hidroavión sobre la ciudad de Los Ángeles, cuando escucharon una
especie de gemido, seguido de un relámpago de luz amarrilla, una onda expansiva
a su alrededor, y luego desapareció la ciudad y todo se desvaneció, quedando
sólo el firmamento y el mar azul.
En estas circunstancias realizaron diversas visitas a varios
sitios, penetrando en mundos y vidas paralelas, para encontrarse con su pasado
y su futuro, donde dialogaron, compartieron e interactuaron con algunas
personas (incluso con sus “yo
alternativos” más jóvenes y más viejos) y reflexionaron sobre la intuición,
el sentido de vida, las ideas, el indeterminismo, el destino, el tiempo, las
elecciones, la guerra, la paz, los talentos, el amor, el yo alternativo, el
miedo, el armamentismo, la vejez, la muerte, la patria, la responsabilidad, los
mundos alternativos, la vida, la juventud y el poder de decidir por sí mismos.
Estuvieron fuera del espacio y el tiempo durante tres meses en
esas circunstancias, sin saber con precisión si estaban vivos o muertos,
despiertos o soñando, viviendo una realidad o imaginándola. “Permanecimos
suspendidos en pleno aire durante tres meses, encerrados en una dimensión donde
no existe el tiempo ni el espacio, aunque a veces parece que sí existen, y
hemos descubierto que todas las personas son aspectos distintos de todas las
demás personas porque la conciencia es una, y además el futuro del mundo es
subjetivo y nosotros determinamos que va ocurrirle al mundo según las
elecciones que pongamos en práctica para nosotros mismos…”
Descubrieron que todos somos uno. Las personas sólo se
diferenciación entre sí por ser expresiones libres de una misma unidad. Todo el
mundo tiene un infinito número de vidas y todas se desarrollan simultáneamente.
“A cada instante, el mundo que conocemos se divide en un número infinito de
otros universos, con distintos futuros y distintos pasados”. Todo el mundo
tiene un infinito número de vidas y se desarrollan simultáneamente.
Reconocieron que, a pesar de los misterios, en el mundo nada era
nuevo. “Nosotros no hemos realizado ningún nuevo descubrimiento. Cualquiera que
haya leído algo de mecánica cuántica, cualquiera que haya jugado con el gato de
Schrödinger… para los físicos la distinción entre pasado, presente y futuro no
era más que una ilusión, por muy pertinaz que sea... La luz se dobla: el
espacio se alabea; un reloj en un cohete funciona más despacio que el mismo
reloj en casa; divide una partícula y obtendrás dos del mismo tamaño que la
inicial; dispara tu rifle a la velocidad de la luz, y la bala no saldrá del cañón…”
Richard reconoció que por eso era que le fascinaba la física, la mecánica
cuántica y la inexistencia del tiempo. Aceptó que no hay vidas pasadas, ni
vidas futuras, ni nada predeterminado. Que el destino nos empuja sólo a donde
uno quiera y depende de nosotros, que somos quienes decidimos. Richard
reflexionó que si los psíquicos que tratan de recordar vidas siguen el rumbo
que creen correcto, por qué no utilizar ese poder para viajar a otros mundos
alternativos.
Resumen
La primera visita la realizaron al edificio donde se encontraron
con ellos mismos, 16 años atrás, el día en que se conocieron. Richard y Leslie
adultos les dijeron a Richard y Leslie jóvenes que se enamoraran y permanecieran siempre juntos para evitar
las complicaciones que ellos habían tenido por no haberse enamorado cuando se
conocieron.
Al terminar esta extraña visita y encontrarse de nuevo en su
hidroavión, encuentran a una mujer, escondida dentro de la aeronave, que dice
llamarse Pye, afirmando que ella era con respecto a Richard y Leslie, lo que
ellos eran con respecto a los jóvenes Richard y Leslie, pero varios millares de
veces. Les aclaró que ella era ellos mismos. “No en vuestro futuro, sino en
ahora alternativo”.
Richard y Leslie le explicaron lo que les había sucedido cuando
volaban. “Estábamos a punto de aterrizar
en Los Ángeles, de pronto, hubo una especie de zumbido y la ciudad desapareció,
así por las buenas. La civilización se hace humo en medio segundo y nos
encontramos solos sobre un océano que no existe en el planeta Tierra, y cuando
aterrizamos nos hemos convertido en unos fantasmas que contemplan su propio
pasado, las personas que éramos cuando nos conocimos, y nadie puede venos salvo
ellos… y podemos atravesar paredes…”
Pye les explicó que donde estaban, más que un lugar, “éste es un
punto de perspectiva”. Lo que les ocurrió, según Pye, tenía que ver con la
electrónica, y allí no existía el tiempo. Ellos sólo creían moverse, porque
únicamente se movían en la conciencia. “Tiempo es el
nombre que damos al movimiento de la conciencia. Todos los acontecimientos
posibles que pueden ocurrir en el espacio y el tiempo ocurren ahora, a la vez,
simultáneamente. No existe pasado, no existe futuro, tan solo el ahora, aunque
debemos utilizar un lenguaje basado en el tiempo para poder conversar. Es como
la aritmética. En cuanto conoces el sistema, sabes que todo problema numérico
está ya resuelto. El principio de la aritmética ya sabe cuál es la raíz cúbica
de seis, aunque nosotros podemos necesitar lo que denominamos tiempo, siquiera
sean unos pocos segundos, para averiguar lo que siempre ha existido… El pasado
y el futuro no dependen del año en que nos encontramos… Depende de lo que
elijamos contemplar”. Pye les indicó que en ese instante, ellos, se encontraban
inmovilizados en el tiempo.
Pye les
dijo, además, que todo aquello que puede suceder ya ha sucedido, porque no
existe pasado, ni tiempo. Tenemos infinitas posibilidades de elección.
“Nuestras elecciones dan lugar a nuestras experiencias, y con la experiencia
comprendemos que no somos las pequeñas criaturas que creemos ser. Somos
expresiones interdimensionales de la vida, espejos del espíritu”.
Les
comunicó que ellos volaban sobre un dibujo imaginario elaborado en el suelo
marino, sobre un diseño psíquico, una metáfora. El dibujo eran las elecciones
de Richard y Leslie; representaba el camino que habían seguido, los desvíos
posibles que habrían podido tomar. Habían tomado otras vidas paralelas, otras
vidas alternativas. Cuando volaban hacia lo alto ganaban perspectiva. “Podemos
ver todas las elecciones, bifurcaciones y encrucijadas. Pero cuanto más bajo
volamos, más perspectiva perdemos. ¡Y cuando aterrizamos, nuestra perspectiva
sobre todas las demás posibilidades desAparece por completo! Nos encontramos en
los detalles; los detalles del día, de la hora, del minuto… Y las vidas
alternativas quedan olvidadas”. Esto los obligaba a volar de aquí para allá en
su hidroavión para visitar sus identidades alternativas.
Según Pye, en el diseño nada ocurre al azar, nada ocurre sin
ninguna razón, y encierra todas las posibilidades. “Es como un libro: todo
acontecimiento es una palabra, una frase, parte de una historia interminable.
Todas las letras permanecen para siempre en la página. Es la conciencia la que
cambia, eligiendo lo que va a leer y lo que va a pasar por alto”.
Pye les aclaró que en el espaciotiempo, nada existe en realidad.
“El diseño es una ayuda visual que vosotros habéis imaginado, en vuestra forma
de entender las vidas simultáneas. Cuando aterrizáis, cuando vuestro avión
flota sobre el dibujo y hacéis de observadores, os convertís en fantasmas en
vuestros mundos alternativos. Podéis aprender de vuestros distintos aspectos
sin necesidad de tomar su entorno por real. Cuando habéis aprendido lo que
tenéis que aprender, recordáis el hidroavión, empujáis la palanca del
acelerador hacia delante y os eleváis en el aire, de nuevo con vuestra
grandiosa perspectiva… Existen tantas metáforas para las vidas en el espacio
tiempo cómo disciplinas que os atraigan. Si os gustara la fotografía, vuestra
metáfora habría podido consistir en los niveles de enfoque. El enfoque hace que
un punto aparezca con claridad y todo lo demás borroso. Enfocamos una vida y
creemos que es la única que existe. Pero todos los restantes aspectos borrosos,
los que tomamos por sueños y deseos y posibilidades no cumplidas, son tan
reales como cualquier otra cosa. Nosotros decidimos a dónde enfocar”. Pye les dijo que en el universo sólo hay una
vida. Pye les aclaró que no tenían mapas de vuelo para guiarse. La guía es la
intuición, un nivel que sabe todo lo que hay que saber. “Buscad ese nivel,
pedidle que os guié y confiad en que seréis conducidos allí donde más
necesitáis ser”.
Luego visitaron a la madre de Leslie en una época en que ésta
estaba más joven y muy delgada. Leslie quería que fuera modelo. “No quiero ser
modelo. Y me asusta luchar si eso es lo que debo hacer para dedicarme a lo que
amo”. Leslie felicitó a Leslie joven
porque a tan temprana edad ya había descubierto lo que le gustaba: la música.
La determinación, el amor y el esfuerzo son capaces de elevarnos sobre la
pobreza y la desesperación. “Las decisiones son tuyas, incluso más de lo que
supones”, dijo Leslie a la joven Leslie, y agregó: “Si no abandonas nunca lo
que de verdad te importa, si te importa tanto que estás dispuesta a luchar con
todas tus fuerzas para conseguirlo, te prometo que tendrás mucho éxito en la
vida. Una vida dura, porque la excelencia no es fácil, pero una vida
buena”.
Leslie le contó que si se hubiera decidido por la carrera de
modelo, habría tenido muchas dificultades; que trabajó en cine, pero que no fue
feliz con su trabajo. Tuvo éxito, pero sintió que ese no era su lugar. “Nunca
tuve una determinación clara de triunfar”.
Al renunciar a la música había renunciado a su oportunidad de vivir una
vida gozosa y pacífica haciendo lo que en realidad amaba. “¿Qué debo hacer?”,
preguntó la joven Leslie. “Eres la única persona del mundo que puedes contestar
esta pregunta”, le dijo Leslie, y recomendó que averiguara “lo que de verdad
quieres, y hazlo. No malgastes 20 años de tu vida en vivir a base de decisiones
por inhibición cuando tienes la posibilidad de decidir en este mismo instante
el avanzar en la dirección de tu amor. ¿Qué es lo que verdaderamente
quieres?”. Leslie joven respondió:
“Quiero aprender. Quiero ser excelente en lo que haga. ¡Quiero darle al mundo
algo especial!... Quiero ser feliz. No quiero ser pobre… Quiero que exista
alguna razón para vivir, algún principio capaz de guiarme tanto en los malos
tiempos como en los buenos. Y no se trata de la religión, porque ya lo he
intentado, te aseguro que sí, y en vez de respuestas sólo saben decirme “has de
tener fe, hija mía”.
Después visitaron una base de la Fuerza Aérea. Allí estaba Richard
como teniente de aviación, 30 años atrás. Richard le dijo que venía para evitar
que cometiera errores, “experiencias de aprendizaje imprevistas”. El peor error
que había cometido el teniente Richard fue unirse a los militares, porque lo
utilizaron para lanzar bombas. “Eres personalmente responsable de todos los
hombres, mujeres y niños que matáis con este aparato”. El teniente repuso que
él tan solo cumplía órdenes. Richard replicó: “La guerra no es una excusa, las fuerzas
aéreas no son una excusa, las órdenes no son una excusa. Cada uno de estos
asesinatos te costará hasta el momento de tu muerte; todas las noches te
despertarás gritando, matándolos de nuevo, una y otra vez”. El teniente dijo
que lo hacía por la libertad de su patria, pero Richard le explicó que eso le
decían a todos los soldados, pero los utilizaban como carnadas. “Te azuzan para
que sigas: ¿Eres lo bastante bueno?
Te adulan: ¡Piloto de élite! ¡Tirador de primera! Te envuelven en
banderas; te prenden unas alas sobre el bolsillo, unos galones en los hombros y
te cuelgan unas medallas con cintas de colorines por hacer exactamente lo que
dicen aquellos que mueven tus hilos”. Richard reflexionó que “únicamente
podemos transformar nuestras vidas en esa eterna fracción de segundo que es
nuestro ahora. Si nos alejamos un instante de este ahora, la decisión la toma
algún otro”.
Richard le preguntó al teniente Richard si en las fuerzas aéreas
enseñaban ética. “¿Has tenido alguna asignatura que se llamara Responsabilidad de los pilotos de cazas? ¡Nunca
la has tenido, y nunca la tendrás! Las fuerzas aéreas te dicen: cumple las órdenes, haz lo que te
mandan. Tu patria, con razón o sin ella. No te dicen que tienes que vivir con
tu conciencia, con razón o sin ella…”
Teniendo en cuenta que las ideas constituyen nuestro crecimiento,
inquietud y alegría, tensión y liberación, Richar y Leslie quisieron saber de
dónde provienen las ideas. Así, el diseño los condujo a la fábrica de las
ideas, donde hallaron a Tink (el hada de los sueños), otrora mecánico del avión
de Richard y maestro de zen. Atkin, otro de los habitantes del lugar, les habló
de “la dificultad de elegir alternativas correctas”, y de lo importante que
resulta apartarse de “nuestro concepto de lo que es mejor…” y de que si
realmente sabemos qué es lo mejor. Sobre un cristal de ideas se podía leer: “Un cambio minúsculo hoy nos conduce a un
mañana asombrosamente distinto. Grandes recompensas esperan a aquellos que
eligen los altos caminos difíciles, pero tales recompensas están ocultas por
los años. Todas las elecciones se efectúan a ciegas, sin ninguna garantía por
parte del mundo que nos rodea. La única manera de no enfrentarse con decisiones
temibles es abandonar la sociedad y convertirse en un ermitaño, pero ésa es ya
una decisión temible. El carácter se forma siguiendo nuestro más elevado
sentido del bien, confiando en nuestros ideales aun sin tener la certeza de que
darán resultado. Un reto que nos plantea nuestra aventura en la tierra es el de
elevarnos sobre los sistemas muertos –guerras, religiones, naciones,
destrucciones-, negarnos a formar parte de ellos y dar expresión al ser más
elevado que sabemos cómo llegar a ser”. Leslie concluyó que “nadie puede
resolver los problemas de una persona cuyo problema es que no quiere ver
resueltos sus problemas… Da igual cuán preparados estemos y cuán dignos seamos;
jamás alcanzaremos una vida mejor hasta que seamos capaces de imaginarla por
nosotros mismos y nos permitamos vivirla”.
El cristal decía, además, que “todo
comercio es la expresión de una idea y una opción… todo lo que estás viendo y
tocando fue antes una idea invisible hasta que alguien optó por darle cuerpo.
Si en otras creencias del tiempo y del espacio encontramos algún yo alternativo
en estado de necesidad no podemos darle dinero, pero sí ideas capaces de
convertirse en fortunas, si es ésa la opción que toma… Una vida fácil no nos
enseña nada. Al fin de cuentas, lo que importa es aprender: lo que hemos
aprendido y cómo hemos madurado… Podemos vivir con excusas o podemos vivir con
salud, amor, longevidad, comprensión, aventura, dinero, felicidad. Diseñamos
nuestras vidas por el poder de nuestras elecciones. Nos sentimos indefensos
cuando tomamos decisiones por inhibición, cuando no diseñamos nosotros mismos
nuestras vidas… Cada uno de nosotros, cuando empieza una vida, recibe un bloque
de mármol y las herramientas necesarias para hacer de él una escultura. Podemos
arrastrarlo detrás de nosotros sin tocarlo, podemos machacarlo hasta
convertirlo en un montón de grava, podemos darle una forma gloriosa. Todas las
demás vidas nos dejan su ejemplo para que lo tengamos en cuenta, obras acabadas
e inacabadas, que nos guían y nos advierten. Cerca ya del final, nuestra
escultura está casi acabada y podemos suavizar y pulir lo que comenzamos años
antes. Es entonces cuando podemos realizar los mayores progresos, pero para
ello hay que saber ver más allá de las apariencias de la edad”. Richard
reflexionó afirmando que nosotros mismos generamos nuestro entorno. “¿Cómo podemos quejarnos de la vida que
hemos creado? ¿Quién, más que nosotros, debe cargar con las culpas y llevarse
el mérito? ¿Quién puede cambiarla en cualquier momento en que así lo decida,
salvo nosotros?”.
Seguidamente visitaron un campamento donde estaba Atila, rey de
los Hunos. Dijo que Dios le ordenaba limpiar la tierra de infieles e
imperialistas como los romanos. Richard le recriminó por alienar a sus
seguidores con esa mentira. “Si crees que el poder se funda en el miedo, te
unes a los que comercian con el miedo. No es una compañía muy agradable. ¡Qué
inmenso error para un hombre de tu talento! Si este talento lo aplicaras… Toda
persona enfurecida es una persona asustada, temerosa de sufrir alguna pérdida”.
Atila dijo que había recibido orden Dios de odiar y destruir en vez de amar. Reconoció que
tenía miedo porque estaba solo en este mundo demente. “¡El amor no existe!
¡Dios es maldad, Dios es crueldad! Y para reinar debo ser más cruel que Dios.
Dios ordena: ¡mata o muere!” Leslie le preguntó a Richard qué significado tenía
todo esto. “Sabemos que los acontecimientos son simultáneos, pero, ¿crees que
la conciencia puede evolucionar? Por una vez en la vida has permitido que el
gobierno te entrene para ser un asesino. Ahora eso sería imposible. ¡Has cambiado,
has evolucionado!”. Richard reconoció que Atila hacía parte de él. Leslie
también aceptó lo mismo y agregó que tal vez Atila formaba parte de todos
aquellos que alguna vez han tenido un pensamiento asesino.
Momentos después el diseño los llevó a donde se encontraba
Jean-Paul leClerc, un eremita que poseía unos manuscritos, en los que se podía
leer. “Sois criaturas de luz. De la luz
habéis venido, a la luz iréis, y a vuestro alrededor, rodeándoos es todo
momento, está la luz de vuestro ser infinito… Por elección vuestra moráis ahora
en el mundo que habéis creado. Lo que encerráis, en eso os convertiréis. No
temáis ni desmayéis ante esa ilusión que son las tinieblas, ante ese disfraz
que es el mal, ante ese cascarón vacío que es la muerte, pues éstos son los
desafíos que habéis elegido. Son las piedras sobre las que habéis elegido
afilar la cortante espada de vuestro espíritu. Sabed que estáis constantemente
envueltos por la realidad del amor, y que en todo momento disponéis del poder
transformar vuestro mundo por medio de lo que habéis aprendido… Sois la vida
que inventa formas. Ni la espada ni los años pueden mataros más de lo que os
matarían los umbrales por los que pasáis de una a otra habitación. Cada
habitación os entrega su palabra para que la pronunciéis, cada paso os da su
canción para que la entonéis”. El ermitaño dijo que en esos
manuscritos encerraban la llave de la
verdad para aquel que quiera leerlos.
La siguiente visita la hicieron a Tatiana e Iván Kirilov, en
Moscú, durante la “Guerra Fría”. Los dos se quejaron de la excesiva burocracia
soviética. Se lamentaron de que el gobierno gastara tanto dinero en armas para
esta “guerra”. Richard les aclaró que su país no gastaba dinero en armas, sino
que era muy astuto porque su supuesto armamento moderno no era más que pura
apariencia: los misiles solamente tenían cabezas nucleares; lo demás era sólo
cartón y pintura. La intención de Estados Unidos no era bombardear a los
soviéticos, sino arruinarlos haciéndolos comprar piezas de cohetes. Richard les
dijo: “Podéis quedaros desarmados tranquilamente. Nosotros no podemos atacar
porque nuestros misiles tienen serrín en lugar de motores… Escuchadme los dos:
la primera ley del Capitalismo es crear consumidores. ¿Habéis creído que, ni
por un instante, desperdiciaríamos unos valiosos consumidores y perderíamos los
ingresos de la industria cosmética y de la publicidad?”. Iván admitió que la
URSS también tenía sus secretos. “Para vencer en la carrera de armamentos,
necesitamos que los Estados Unidos nos subestimen, que no se fijen en los
cambios. Los Estados Unidos deben creer que, para la Unión Soviética, la
ideología es más importante que la economía… A los comunistas también les gusta
el dinero”. Richard resaltó los errores de la política soviética y aceptó los
de la política de su país. “Vosotros sacrificáis la libertad en beneficio de la
seguridad, y nosotros sacrificamos la seguridad en beneficio de la libertad.
Vosotros no tenéis pornografía y nosotros no tenemos leyes que impidan viajar
libremente”.
Luego de este encuentro, Richard y Leslie reconocieron que los
soviéticos eran personas como las demás, que se esforzaban, como ellos, por
encontrar sentido a la vida. No eran los integrantes del “imperio del mal” como
les habían tratado de convencer en su país. Así los temores desaparecieron.
Después aparecieron dentro de un avión de combate en una
competición de Juegos Aéreos en China, politado por Linda Albrighte, un yo
alternativo de Leslie. Al aterrizar pidieron explicaciones a Linda, quien les
dijo que un mundo sin guerras, era aburrido. Pero esa guerra esa una metáfora
para referirse a las competencias deportivas. Richard dijo que un mundo con
guerras es estúpido. “Miles de personas mueren, millones incluso. Nuestra política
nos da miedo, nuestras religiones nos enfrentan unos con otros”. Linda aseguró
que en los Juegos Aéreos, como en la guerra, había muertos. “Una industria que
mueve millones de millones no va a detenerse por culpa de alguno que otro
accidente”.
Posteriormente, el diseño los llevó a un planeta deshabitado. Allí
encontraron a Mashara, quien se dedicaba a rescatar planetas que la humanidad
había destruido tiempo atrás. Se definía como un ordenador. “Yo soy vosotros en
mi dimensión… Mi espacio tiempo es paralelo al vuestro. Un planeta distinto, un
sol distinto, una galaxia distinta, un universo distinto, pero un mismo ahora…
Un ser humano es una expresión de vida, que lleva luz y refleja amor en
cualquier dimensión que elija tocar, en cualquier forma que elija adoptar. La
humanidad no es una descripción física, sino un objetivo espiritual. No es algo
que nos venga dado, sino algo que nos hemos de ganar”.
Luego visitaron el lago Healey alternativo. Allí estaba Pye. Les
dijo que la realidad no tiene nada que ver con las apariencias, con nuestra
limitada forma de ver. “La Realidad es el amor expresado, un amor puro y
perfecto, sin restricciones de tiempo y espacio… ¿Os habéis sentido alguna vez
tan a una con el mundo, con el universo, con todo lo que existe, como para
quedar abrumados de amor? Eso es la realidad. Eso es la verdad. Lo que hagamos
con ella depende de nosotros, al igual que la pintura del amanecer depende del
artista. En vuestro mundo, la humanidad ha vuelto la espalda a este amor.
Movida por sus mezquinas razones, vive en el odio, las luchas por el poder y la
exploración de la propia tierra. Continuad así y nadie verá salir el sol. El
amanecer existirá siempre, desde luego, pero la gente de la Tierra no sabrá
nada de él y, por último, hasta las leyendas sobre la belleza desaparecerán de
vuestra memoria… Supongamos que estamos viviendo en un lugar horrible: la
Ciudad de las Amenazas. Cuanto más tiempo vivimos en ella, menos nos gusta. Hay
violencia y destrucción, no nos gustan sus habitantes, no nos gustan sus
decisiones, no estamos bien allí. ¡La Ciudad de las Amenazas no es nuestro
hogar!... Así pues, un buen día hacemos las maletas y nos marchamos en la
búsqueda del Pueblo de la Paz… Encontramos un hogar en Paz y, conforme
empezamos a conocer a la gente, descubrimos que comparten los mismos valores
que nos han llevado a nosotros allí. Cada uno de sus habitantes ha buscado un
camino personal, ha seguido su propio mapa hasta este lugar donde la gente ha
elegido el amor, el gozo y la amabilidad, con ellos mismos, con su población y
con la tierra… Los habitantes de Paz han aprendido que el odio es amor que
desconoce los hechos… La gente de la Ciudad de las Amenazas es libre de buscar
su propia destrucción, y nosotros somos libres de buscar la paz... Del mismo
modo que vosotros sois uno con la persona que erais hace un segundo o hace una
semana, también sois uno con la persona que fuisteis hace una vida, con la que
sois en otra vida alternativa o con la que seréis dentro de cien vidas en lo
que llamáis vuestro futuro”.
El diseño los trasladó a un bar donde estaban ellos más viejos. El
se llamaba Dave y ella Lorraine. Dave, el yo alternativo de Richard, se veía
amargado y angustiado. Hablaban de su pasado. Dave dijo que si tuviera hijos le
diría que pensaran bien todo. “¿Realmente quiero hacer esto? No importa lo que
hagas, sino que tú quieras hacerlo… Les diría que no es nada agradable llegar a
tus últimos seis meses de vida y no saber qué se ha hecho de lo mejor que
habrías podido ser, qué se ha hecho de lo que de verdad te importa. Les diría
que nadie decide dejarse llevar por… la mediocridad. Pero eso es lo que ocurre
cuando no se reflexiona bien en todo lo que se hace, cuando cada decisión, por
pequeña que parezca, no es la mejor que uno sabría tomar”. Richard se
preguntaba si estaba orgulloso de sí mismo. “¡He dedicado mi vida a convertirme
en la persona que soy ahora! ¿Vale la pena el precio que he pagado?”
Visitaron un gemelo idéntico a Rcichard, muy deprimido porque
Leslie lo había abandonado. “Dijo que si no me iba yo de casa, se iría ella.
Que ya no podía soportarme. Quizá yo me he abandonado un poco, pero es ella la
que ha roto el matrimonio”. ¿Por qué?, preguntó Richard. “¡Menudencias, ha sido
todo por menudencias! Hay una auténtica montaña de trabajo: impuestos,
contabilidad, películas, libros y mil solicitudes y ofertas que no cesan de
llegar de todo el mundo. Son cosas que deben hacerse, y hacerse bien, según
ella, con que se lanza de cabeza sin detenerse a respirar. Trabaja como una loca.
Hace años me prometió que mi vida nunca volvería a ser el caos que era antes de
que nos conociéramos”. Richard le recomendó cambiar su estilo de vida y su
forma de manejar su relación con Leslie. Así lo hizo el gemelo, y recuperó a
Leslie.
En un momento indeterminado Richard tuvo la impresión de haberse
estrellado en el hidroavión, y estuvo un instante tendido sobre la tumba de
Leslie. Reflexionó sobre la muerte y las promesas de amarse con Leslie. Leslie
tuvo la impresión de haber muerto. Se encontró con su amigo Hy Feldman, el cual
había muerto hacía tres años antes a causa de un cáncer por fumar. Leslie le
dijo que estaba muerta lo mismo que Richard. Hy Feldman, que estaba con Ronni
(un hermano de Leslie, muerto en accidente 30 años atrás), le dijo que no se
preocupara, ya que Richard estaba vivo y pronto se reunirían. Tiempo después
aparecieron los dos en el hidroavión, y se dieron cuenta que estaban vivos y
juntos para siempre.
Seguidamente, cuando intentaban salir del diseño, aparecieron
nuevamente en la ruta aérea que llevaban con destino al lugar de la
conferencia, sin ningún inconveniente, sin ningún contratiempo. El controlador
aéreo no se sorprendió ni les preguntó dónde habían estado, porque el tiempo no
había transcurrido. Leslie se preguntó: “¿Y si todo es cierto? ¿Y si
verdaderamente todo el mundo es otro aspecto de nosotros, y nosotros somos otro
aspecto de ellos? ¿Cómo afectará eso a nuestra forma de vivir?”
LUIS ÁNGEL
RÍOS PEREA